Washington/Pekín, 15 jun (dpa) – Donald Trump da un paso más en su batalla comercial, esta vez contra China: el presidente estadounidense anunció hoy aranceles a productos chinos por un valor de 50.000 millones de dólares (43.000 millones de euros) y Pekín avanzó que responderá con medidas similares.
Los nuevos aranceles de Trump serán del 25 por ciento y afectarán a productos que incluyen «tecnologías importantes para la industria», según el comunicado de la Casa Blanca. El comercio entre Estados Unidos y China fue «muy injusto durante mucho tiempo» y la situación «ya no es sostenible», señaló.
Los impuestos entrarán en vigor el 6 de julio, informó la oficina del representante de Comercio de Trump, Robert Lighthizer.
China respondió al instante y anunció que introducirá «inmediatamente medidas arancelarias del mismo nivel y potencia» que las estadounidenses. «Al mismo tiempo, todos los acuerdos económicos y comerciales alcanzados anteriormente por las dos partes serán invalidados», apuntó el Ministerio de Comercio chino.
«Lamentamos profundamente que Estados Unidos haya ignorado el consenso alcanzado (…) y haya provocado una guerra comercial», señaló el ministerio. «Este paso no solo daña los intereses bilaterales, también socava el orden comercial mundial».
El Gobierno chino llamó además a todos los países a adoptar medidas conjuntas contra el «comportamiento desfasado y retrógrado» de Estados Unidos.
Trump rechazó hoy, sin embargo, que haya una guerra comercial. «La guerra comercial la iniciaron ellos hace muchos años y Estados Unidos la perdió», dijo en una entrevista con la cadena de televisión Fox.
Según el presidente, los impuestos a China servirán para proteger los «secretos» de Estados Unidos, en referencia a la propiedad intelectual norteamericana. «Tenemos un gran potencial intelectual en Silicon Valley y China -y otros- roban esos secretos», dijo. «Vamos a proteger esos secretos, son joyas de la corona para este país».
Estos aranceles afectarán a 1.102 productos chinos, a los que se aplicará un arancel adicional del 25 por ciento, informó la oficina de Lighthizer. Se tratará sobre todo de productos de la iniciativa china «Made in China 2025» e incluirá la construcción de aviones, robots y maquinaria, automóviles y tecnología de la información y la comunicación.
«La lista no incluye productos que compran habitualmente los consumidores estadounidenses, como teléfonos celulares y aparatos de televisión», señala el representante de Comercio.
China no dio detalles hoy sobre los productos estadounidenses a los que aplicará impuestos, pero ya había elaborado una lista con 106 posibles candidatos, entre ellos la soja y la carne de vacuno. De ser así, afectaría sobre todo a zonas agrícolas de Estados Unidos, con gran número de votantes de Trump. La soja es uno de los principales bienes que Estados Unidos exporta a China.
Los aranceles a productos chinos se suman a los que ya impuso Trump al aluminio y acero de la Unión Europea, México y Canadá, que respondieron con medidas similares. Las diferencias sobre esta cuestión quedaron patentes en la última cumbre del G7: Trump retiró su apoyo al comunicado final tras las críticas al respecto del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El mandatario norteamericano reclama desde hace tiempo una reducción del déficit comercial de Estados Unidos con China. El año pasado, las exportaciones chinas a Estados Unidos superaron en 375.000 millones de dólares (303.300 millones de euros) a las estadounidenses a China. Además, Trump acusa a China de robo de propiedad intelectual.
Los Gobiernos de Estados Unidos y China habían mantenido conversaciones sobre comercio en las que se registraron ciertos avances. Pero a finales de mayo, la Casa Blanca anunció por sorpresa que el 15 de junio publicaría una lista con productos chinos a los que aplicaría tasas a la importación.
Por Robin Powell y Simina Mistreanu (dpa)