Tres meses por el río Mackenzie, el nuevo reto del andaluz Javier Campos

6322854wAlmería, 1 jun (EFE).- El aventurero Javier Campos, que vive a caballo entre Granada y Almería, ha cambiado ahora la montaña por el río y ha comenzado su enésimo reto, el primero a gran escala en kayak: cruzar el río Mackenzie, el más largo de Canadá, en tres meses.

En su haber, Campos cuenta ya con varias ascensiones a algunos de los ‘ochomiles’ de la cordillera del Himalaya, siendo también la única persona del mundo que la ha cruzado por su parte alta, en solitario y en invierno.

El Mackenzie, de 1.738 kilómetros, nace en el Gran Lago del Esclavo y cruza los Territorios del Noroeste para desembocar en el mar de Beaufort, en el océano Ártico. Un reto que a Campos le supone «volver a la aventura antigua, la que ya prácticamente no se puede encontrar en ningún lugar del mundo», ha señalado.

Acostumbrado a las alturas, cruzar en kayak el Mackenzie le supone a este deportista andaluz «una forma de vivir la aventura de verdad, de no tenerlo todo bajo control y darle paso a esa posibilidad de encontrarte cosas sorprendentes», algo que, para él, «empieza a ser difícil».

Campos ahonda en esa cuestión. «En la naturaleza, en ambientes hostiles, no puedes equivocarte. Hay que planificarlo todo muy bien. Escalar una montaña de ocho mil metros implica, aparte de un desafío físico, afrontar muchos peligros que no dependen de ti, y en el caso del río tiene más que ver con peligros subjetivos, con hacer las cosas bien», ha dicho.

Los osos serán junto a los mosquitos los principales peligros que acecharán a Campos en esta aventura, a la cual teme más que cualquier ascensión porque, explica, «no es el ámbito en el que me muevo con frecuencia; cualquier problema en montaña sé cómo resolverlo; pero aquí el ambiente me resulta extraño».

Otro de los aspectos que Javier Campos tendrá que gestionar muy bien en esta larga travesía por el Ártico canadiense será la soledad. «No es fácil de afrontar», asegura, «y hay que tener la cabeza muy bien amueblada».

Para llevarlo mejor, «hay pequeños trucos que te ayudan», consistentes en lo que la gente llama «trascender, que parece muy místico, pero en realidad es muy simple». Y añade: «Tienes que intentar evadirte de un presente que normalmente es bastante agobiante, cansado, incluso angustioso. Te mueves mucho en el mundo de los recuerdos y los proyectos futuros; intentas estar el menor tiempo posible consciente del presente que estás viviendo, que es duro», ha señalado.

Pese a ello, la soledad será algo más llevadera con el apoyo de la gente. Y es que Javier Campos tratará de compartir su día a día a través de las redes sociales. «Resulta fundamental el apoyo de la gente, que allí se siente muchísimo, como el darle noticias a los amigos, la familia, y la gente que te está siguiendo. Y profesionalmente, me gusta aprovechar este tipo de expediciones para contar una buena historia», ha añadido.

Por ello, «van a pasar cosas todos los días que merecerá la pena que la gente las disfrute y tendrá que ser vía redes sociales». Será a través de mensajes cortos, «que dejen un poquito a la gente con ganas de más para el día siguiente», ha dicho.

Javier Campos tiene previsto su regreso a España sobre el 20 de agosto, si se cumplen los plazos previstos. En el mejor de los casos, llegaría una semana antes, pero si surgen complicaciones no le importará quedarse dos semanas más, porque «después de 1.500 o 1.600 kilómetros no puedes cancelar una expedición porque se te acabe el tiempo», ha añadido.