Londres, 16 jul (dpa) – El torneo de Wimbledon que acabó el domingo con el triunfo del serbio Novaj Djokovic dejó sorpresas, suspenso, récords rotos, pero también una pregunta que enciende un viejo debate: ¿deben los Grand Slam introducir el tie-break en el quinto set?
El certamen inglés, que tiene dos de los cuatro partidos más largos de la historia del tenis, tuvo una final plana, definida en tres sets, después de dos semifinales que sumaron más de 11 horas de partido.
Así, quedó la sensación de que las semifinales terminaron influyendo en el espectáculo de la final. O de que los partidos más emocionantes ocurrieron antes del encuentro por el título.
En la primera semifinal, el sudafricano Kevin Anderson y el estadounidense John Isner jugaron seis horas y 36 minutos y un quinto set de 50 juegos para firmar el tercer partido más largo en la historia del tenis.
Hace ocho años, también en Wimbledon, Isner había ganado el duelo más largo del tenis, cuando venció en 11 horas, 5 minutos y 23 segundos y 183 juegos disputados al francés Nicolas Mahut en un encuentro que se extendió por tres días.
La segunda semifinal de este año no fue tan larga, pero tampoco se quedó atrás: Djokovic y el español Rafael Nadal protagonizaron en dos días un cruce que alcanzó las cinco horas.
El debate es inevitable: ¿deben todos los Grand Slam implementar, como ya lo hizo el US Open, el tie-break en el quinto set y así evitar nuevos partidos maratónicos en el futuro?
«La mayoría de gente con la que hablo valorarían mucho si hubiera un tie-break en el quinto set como en el US Open. Es realmente emocionante», explicó Anderson.
«Si no se decidió el ganador con 6 iguales en el quinto, no veo una razón para seguir jugando. Creo que un tie-break sería bueno. Espero que los Grand Slam puedan al menos mirarlo y tener una conversación abierta sobre el tema», agregó el sudafricano.
Pero no son todos elogios para el US Open, que este año mostrará un reloj de cuenta regresiva de 25 segundos entre punto y punto, una medida que no fue consultada con los jugadores.
«No me gustan el reloj entre puntos», dijo Djokovic, que venció 6-2, 6-2 y 7-6 (7-3) a Anderson para lograr su cuarto título en el All England Club.
«Es algo que el US Open introducirá este año sin consultar a los jugadores. Eso no es lindo ni justo. Tienes que aceptarlo y lidiar con ello», añadió.
«No creo que sea necesariamente malo. Creo que es bueno tener un reloj para el calentamiento, para salir a la pista», ahondó el serbio.
«Pero al mismo tiempo debería haber un poco de, supongo, tolerancia y comprensión del juego, del ritmo del partido, de cómo va», detalló.
Nadal, que perdió ante Djokovic en las semifinales, dice que afectaría la tradición y la historia del deporte, además del juego.
«Si quieres ver un juego rápido sin reflexión, bien hecho», afirmó el número uno del mundo.
«No puedo apoyar esto, no, porque no siento que los partidos que quedan para la historia de nuestro deporte hubieran sido rápidos», señaló.
«No recuerdo un partido emocional en el que el tiempo total haya sido de dos horas. Todos los partidos que han sido importantes en la historia de nuestro deporte han sido de cuatro, cinco horas», agregó Nadal.
El debate, de cualquier modo, está abierto a poco más de un mes del US Open, el último Grand Slam de la temporada, que se jugará del 27 de agosto al 9 de septiembre.
Por Nate Williams (dpa)