Estambul, 26 nov (dpa) – Los extremistas islámicos se han convertido en otra amenaza para los rebeldes en Siria además del Ejército regular, después de que un grupo ejecutara en Alepo al comandante de una unidad opositora, informa hoy el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Combatientes de la organización terrorista Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) mataron al comandante tras acusarlo de haber hecho declaraciones blasfemas y de haber cooperado con el comandante de una unidad que combate contra ISIS.
El Observatorio también señaló que cayeron dos granadas de mortero en dos barrios de Damasco, que causaron la muerte de dos mujeres y un hombre. En las últimas semanas casi no ha habido combates en la capital.
Por otra parte, el Ministerio del Exterior sirio aseguró haber descubierto planes de los islamistas para atacar a los sirios cristianos. El ministerio alertó a la ONU del peligro, afirma la agencia oficial Sana.
Desde el principio del conflicto en 2011, el gobierno de Bashar al Assad se presenta a sí mismo como un ente protector de las minorías. La oposición contra su régimen está formada mayoritariamente por árabes sunitas, que son el grupo mayoritario en el país. Sin embargo, también hay opositores cristianos, kurdos, turcomanos o alauitas.
La familia de Assad pertenece a la minoría alauita. En los últimos meses ha habido numerosos ataques contra instituciones cristianas perpetrados en su mayoría por ISIS.