WASHINGTON (dpa) – El perrito Cooper se ha adelantado a Halloween y luce un reluciente traje azul de monstruo de las galletas. Pero más entusiasmada que este perro salchicha está su dueña: «El año pasado fue de hotdog y el anterior de piloto», dice la joven, que se prepara para la fiesta en una tienda de accesorios para animales de Washington.
En Estados Unidos, no sólo los disfraces de monstruos son tendencia en Halloween. «Tenemos más opciones que tumbas en un cementerio», bromea la vendedora Annie en Bethesda, a las afueras de la capital. Como «guardianes» del local aparecen el conservador Ted Cruz y Barack Obama, convertidos en sangrientos zombies.
Sin embargo, aunque las máscaras de dirigentes suelen venderse bien para la noche más escalofriante del calendario, «este año la gente está harta del circo político», señala Chuck Giovenco, vendedor de una tienda de Milwaukee (Wisconsin) a una emisora local. «Ya no divierten.»
Otro de los fracasos claros de esta temporada es el disfraz de «techo de deuda», señala también «The Washington Post». «Sólo seis personas lo darían por bueno, y todos pertenecen al más estrecho círculo político de la capital». Pero al resto del país no le hace gracia este tipo de chistes.
Más sencillo como disfraz, pero igualmente problemático, resulta vestirse del republicano de origen cubano y vinculado al Tea Party Ted Cruz, que últimamente se ha labrado un nombre como enervante orador en el Senado. «Póngase calzado cómodo y deportivo, hable mucho y arruine a cualquier partido», apunta el diario.
Ante este panorama, resulta mucho más «trendy» emular a los héroes del cine y la televisión. Y entre los favoritos de este año está la serie «Breaking Bad», señala la vendedora Annie. «Con un uniforme de trabajo amarillo y una máscara de gas está listo.» La quinta y última temporada de esta historia sobre un profesor de química convertido en fabricante de metanfetaminas terminó el pasado mes de septiembre.
Para los más pequeños, la icono del estilo Martha Stewart tiene la solución: sushi de gambas. Pero para los más tradicionales, también siguen siendo muy populares las brujas, vampiros y zombies, que volverán a llenar las calles de las ciudades y las fiestas de Halloween. Como en la localidad de Anoka, que se declara a sí misma «capital mundial de Halloween».
En esta pequeña ciudad de unas 17.000 almas cerca de Minneapolis (Minnesota) fue donde empezaron los desfiles de Halloween, afirma su alcalde, Phil Rice, en conversación con dpa. «En los años 20, cuando aún éramos una localidad pequeña y adormecida, las bromas de los jóvenes por Halloween se fueron de las manos», asegura. Y para combatir el vandalismo, montaron una gran fiesta que atrajera a jóvenes y adolescentes. Con enorme éxito.
«Aún hoy, nuestra ciudad es una de las más activas del país en temas de espíritus», dice con orgullo el alcalde. «De la competición entre policía y bomberos, pasando por la elección del embajador de Halloween al concurso de las casas con decoración más aterradora, tenemos de todo», añade. Él ya tiene su disfraz preparado, una clásica capa negra y máscara italiana. «¡Ni en broma un disfraz político!»
Por Antje Passenheim