Sospechas, símbolos y espías: La nueva vida de Snowden

snowdenBerlín, 1 nov (dpa) – Intenta llevar una vida normal en Moscú, no guarda rencor contra Estados Unidos y sospecha que Rusia lo espía: la visita de un diputado y dos periodistas alemanes a Edward Snowden permitió hoy saber más sobre la situación del ex informante estadounidense, una de las personas más buscadas y temidas del mundo.

«Lo primero que quiero dejar claro es que no se siente antiestadounidense, sino todo lo contrario», explicó hoy el diputado de Los Verdes Hans-Christian Ströbele al ofrecer en Berlín un jugoso relato de la reunión que mantuvo el jueves en Moscú con el ex miembro de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

«Lo que él preferiría es hablar ante el Congreso en Washington. Poner los hechos sobre la mesa y aclarar todo», añadió.

Pero Snowden no puede declarar en su país, donde es buscado como traidor por filtrar los documentos de la NSA que detonaron el escándalo por el espionaje estadounidense en todo el mundo. El analista de 30 años se encuentra desde junio en Rusia, país que le concedió asilo político y niega su extradición a Estados Unidos.

En esas condiciones, su inusual reunión con los alemanes, organizada durante meses a espaldas del gobierno alemán y de la inteligencia estadounidense, tuvo ribetes de película de espías.

Según relataron, Ströbele y los dos periodistas fueron recogidos en su hotel por agentes secretos en una camioneta plateada que los llevó a un sitio no identificado. La prensa rusa especuló que fue el «Marco Polo», pequeño hotel que acogía huéspedes de alto rango en tiempos del comunismo.

Las fotos del encuentro de tres horas de duración muestran a Snowden relajado y sonriente, con una barba de tres días, traje negro y camisa celeste sin corbata.

También durante su discurso intentó exhibir normalidad: «Le pregunté si podía salir a hacer compras así sin más en Moscú. Me dijo que sí», relató Ströbele.

Pero Snowden, experto en administrar la información que da y la que se reserva, transmitió también otros mensajes.

«No advertí en absoluto la presión a la que está sometido», describió Georg Mascolo, experto periodista de investigación y ex jefe del semanario «Der Spiegel». Pero está «bajo vigilancia», añadió.

También Ströbele manejó esa hipótesis al explicar por qué Snowden prefiere viajar a Alemania para ofrecer más información sobre el presunto espionaje de la NSA a la canciller Angela Merkel, en lugar de prestar declaración en Moscú ante enviados alemanes.

«Tiene importantes reparos contra ser interrogado en Moscú. No puedo ni quiero aclararlos, pero uno puede imaginarlos. Una declaración de este tipo en instalaciones públicas facilitadas por el gobierno traería numerosos problemas en Rusia», señaló el diputado.

Tal vez por eso Snowden se esforzó por demostrar que aún tiene mucha información que revelar y despertó el interés de unos interlocutores que pueden contribuir a abrirle camino a Alemania.

«Dejó claro que sabe mucho de estructuras internas. Tras descubrir lo ocurrido (en la NSA) profundizó mucho», explicó Ströbele.

El diputado, de 74 años, se dejó impresionar por las habilidades del informante: «Vi documentos con letras y símbolos que no me dicen nada. Pero él puede aclarar todo, como sólo un hombre de la NSA podría hacerlo».

Por Pablo Sanguinetti