Palma, 14 ene (EFE).- Dos socios de la empresa Vídeo U han negado hoy ante la jueza que los responsables de la empresa pública Multimedia les presionaran para que contrataran al exconcejal socialista Francisco Cano, quien ha defendido igualmente que realizó los trabajos que le encargaron.
La titular del juzgado de instrucción 5 de Palma, Ana San José, investiga por presunta prevaricación y malversación varias contrataciones llevadas a cabo durante el Govern del Pacto de Progreso en la pasada legislatura por parte de Multimedia, dependiente de la Conselleria de Presidencia.
En la jornada de hoy, han prestado declaración como imputados en esta causa el propietario de Vídeo U, Miquel Oliver, la socia de la empresa Luisa Almiñana y el exdirigente socialista de Calvià Francisco Cano.
Vídeo U fue contratada por Multimedia para impulsar la implantación de la televisión digital en Baleares y, a su vez, encargó a Cano trabajos para la gestión de los convenios con ayuntamientos para la instalación de antenas.
En sus declaraciones judiciales, Oliver y Almiñana han afirmado que contrataron a Cano porque, por su experiencia municipal, era la persona idónea para tramitar con los ayuntamientos la búsqueda de terrenos y han defendido que todo el proceso se hizo de manera legal.
Según fuentes jurídicas, el ex dirigente socialista cobraba 2.300 euros al mes de forma indirecta de Multimedia, a través de la productora Vídeo U, que percibía cerca de 6.000 euros mensuales por la ejecución del proyecto.
La Fiscalía Anticorrupción, representada en la causa por Ana Lamas, ha tratado de probar que Vídeo U contrató a Cano como un favor por su militancia política porque estaba en paro y que los trabajos que realizó eran inútiles, han informado fuentes jurídicas.
Oliver y Almiñana han sostenido que los trabajos por los que pagó Multimedia se llevaron a cabo y han negado que la empresa pública, cuyo consejo de administración estaba dirigido por el también exedil socialista y actual senador Antoni Manchado, ordenara contratar a Cano.
Además, Oliver ha detallado que conocía a Cano antes de contratarle, pero que no tenían una relación de amistad con él.
El exconcejal socialista ha defendido que hizo el trabajo por el que le pagaron y que su contratación estaba justificada dado su conocimiento de la gestión municipal.
