Madrid, 8 ene (EFE).- El entrenador argentino del Atlético de Madrid Diego Pablo Simeone demostró ayer en la victoria en el derbi contra el Real Madrid (2-0) que es capaz de sacar lo mejor tanto de los habituales titulares como de los menos utilizados como el portero esloveno Jan Oblak, Jesús Gámez o el francés Lucas Hernández, además del recién llegado Fernando Torres.
Siete novedades presentó el ‘Cholo’ Simeone respecto a la alineación del partido del día 3 contra el Levante. Desde la portería con Oblak en lugar de Moyá; en la defensa con Jesús Gámez y Lucas Hernández en las bandas; con Saúl Ñíguez, Mario Suárez y Raúl García en el centro del campo, además del regreso de Fernando Torres como titular en la delantera.
La jugada no le pudo salir mejor al entrenador argentino. Los menos habituales rindieron como el equipo titular, soportaron los primeros 15 minutos de empuje madridista y dieron algunos latigazos saliendo al contragolpe; para terminar ganando el partido en un arranque mucho más ambicioso en la segunda mitad, en la que Raúl García provocó el penalti que supuso el 1-0, y el uruguayo José Giménez sentenció el duelo con un remate de cabeza inapelable.
Mención especial merece el portero esloveno Jan Oblak, que en el día de su vigésimo segundo cumpleaños se estrenó con una parada en frío a un remate a bocajarro de cabeza de Sergio Ramos cuando apenas se llevaban disputados 50 segundos de partido. Una parada vital, ya que un gol del Real Madrid en el primer minuto habría cambiado el partido.
Después del encuentro, el portero esloveno reconoció que tuvo «suerte» en una respuesta de puros reflejos en décimas de segundo, y admitió que mantener la portería a cero ante el Real Madrid era un «gran regalo de cumpleaños».
«Entreno todos los días y espero mi oportunidad. Cuando el míster me da la oportunidad quiero aprovecharla siempre, en todos los partidos», comentó Oblak, que tuvo su primera gran noche como rojiblanco, después de un arranque aciago de temporada. Hasta ahora su balance era de tres partidos y cinco goles encajados, tres ante el Olympiacos y dos ante L’Hospitalet en la vuelta de Copa.
La defensa rojiblanca era una de las claves del duelo. Pese a que el técnico italiano Carlo Ancelotti reservó al portugués Cristiano Ronaldo, la zaga atlética se las tuvo que ver con el francés Karim Benzema, con el galés Gareth Bale, y con unos intermitentes James Rodríguez e Isco Alarcón.
Por el carril derecho, y con la difícil papeleta de suplir a un Juanfran Torres sobresaliente, se situó el malagueño Jesús Gámez, que hasta ahora había tenido apenas cinco partidos.
El exjugador del Málaga comenzó cumpliendo en defensa, pero rápidamente comenzó a prodigarse también en ataque. Junto a Griezmann tejió un gran contragolpe después del gol anulado a Bale que a punto estuvo de provocar un tanto si no fuera por la buena respuesta del portero costarricense Keylor Navas.
«El técnico tiene confianza en mí. Las oportunidades que me da, tengo que devolvérselas, porque estamos trabajando a diario y las oportunidades hay que aprovecharlas», declaró el defensor tras el duelo. Responsabilidad suya fue también, junto con Raúl García, que Isco tuviera más problemas de los habituales para construir juego.
También en la línea defensiva formó el jugador francés de 18 años Lucas Hernández, central natural ubicado en la banda izquierda de forma sorpresiva por Simeone, y que rindió a un gran nivel.
«Es una posición que normalmente no suelo jugar, pero con el filial y el juvenil algunos partidos he jugado de lateral y el entrenador ha confiado en mí», explicó Lucas al concluir el duelo. «Nunca sueñas con estos grandes partidos, siempre empiezas con lo más pequeño. Estoy muy contento», agregó.
El debut más esperado por todos no era otro que el de Fernando Torres. El ‘Niño’ salió de inicio ante la misma afición que había acudido en masa a su celebración. Trabajó, presionó, incluso defendió los saques de esquina del rival.
No tuvo apenas oportunidades y se le vio ansioso por agradar, aunque falto de la chispa de velocidad de antaño. Pero sintió lo que es ganar por primera vez un derbi madrileño, con las «mariposas en el estómago» que confesaba tras el duelo.
«Tuve mariposas en el estómago en la presentación y las he vuelto a tener hoy y durarán mucho tiempo porque son sensaciones que uno no puede controlar», dijo Torres, que expresó el «buen sabor» que da ganar «a uno de los mejores equipos del mundo».
«El resultado nos da muchas posibilidades de pasar a la siguiente fase. Un 2-0 en el Bernabéu no es un resultado definitivo», recordó Torres a las cámaras de Canal Plus tras el partido.
Con siete jugadores menos habituales, Simeone ganó la batalla táctica y demostró las variantes que tiene este Atlético. Tras el gol de Raúl García, y más con el de Giménez, el argentino fue dando entrada a Koke Resurrección y al turco Arda Turan, buscando más posesión para mantener el resultado.
La jugada le salió redonda al ‘Cholo’, que repartió descansos, ‘enchufó’ a los titulares y visitará el Santiago Bernabéu con un 2-0 en el bolsillo.
Miguel Ángel Moreno