
(dpa) – El jefe de Volkswagen Herbert Diess se frunce el ceño al ser preguntado por el futuro del Up, ya que los problemas de la contaminación van a afectar a los automóviles del segmento A o A0 al que pertenece este coche pequeño.
Diess destaca que este tipo de vehículos se van a encarecer debido a las tecnologías adicionales de ahorro de combustible que tendrán que incorporar y que casi nadie podría o querría pagar.
El jefe de Volkswagen calcula el encarecimiento en unos 3.500 euros (unos 3.800 dólares). El Up, que actualmente se vende por 10.625 euros, será un tercio más caro.
«Eso significa que está muerto», dice Diess, poniendo el punto de mira incluso en el Polo. Y como el Up se construye junto con otros modelos del grupo, las perspectivas para el Skoda Citigo o el Seat Mii no son mejores.
Opel ya retiró del mercado su modelo básico Karl, así como el moderno Adam y no va a desarrollar sucesores para ellos. En Ford, el Ka pronto será historia, mientras que el futuro de los Toyota Aygo, Peugeot 107 y Citroën C1 es objeto de rumores diversos.
La razón de la posible desaparición de los coches pequeños reside en las exigencias de la Comisión Europea para que los automotores reduzcan las emisiones de dióxido de carbono de sus automóviles nuevos en un 37,5 por ciento de 2021 a 2030. En 2025 la reducción ya debe alcanzar el 15 por ciento.
Por cada gramo de emisión de más, los fabricantes tendrán que pagar una multa de 95 euros por coche. También deben ajustar cada modelo a las normas de emisión Euro 6d y Euro 7. Y reducir las emisiones en un proceso que requiere inversión y tiempo.
A corto plazo, los coches eléctricos salvarán algunos de estos modelos. El Grupo Volkswagen anunció una actualización para el Up eléctrico y presentó la nueva tecnología en los modelos hermanos de Seat y Skoda.
Coches pequeños como el Peugeot 208 o el Opel Corsa ya están disponibles en versión eléctrica. Y los Smart están eliminando los motores de combustión, por lo que los Fortwo y Forfour van a ser pronto solo modelos eléctricos.
Cada vez se desarrollan más coches exclusivamente eléctricos. Por ejemplo, el Renault K-ZE, que será lanzado en China solo en versión eléctrica, tendrá casi 300 kilómetros de autonomía.
Mini también está desarrollando un pequeño coche eléctrico en China y Daimler producirá el próximo Smart como un coche eléctrico puro, cuya producción correrá a cargo del fabricante chino Geely.
El especialista en la industria automovilística Ferdinand Dudenhöffer también cree que el futuro será difícil para los coches pequeños convencionales, pero este profesor de la Universidad de Duisburgo-Essen está convencido de que sería un error descartar esta categoría de vehículos.
«Los coches pequeños están predestinados a representar una parte importante de nuestra movilidad como coches eléctricos», dice el experto, que valora las ventajas de su ligereza y unas exigencias menores en cuanto al desarrollo de una gama, por ejemplo.
A pesar de todos los pronósticos, es de prever que surjan nuevos modelos en este segmento, que se verán en el próximo encuentro del sector, en el Salón Internacional del Automóvil (IAA), que se celebrará en Fáncfort en septiembre. Se asegura en círculos del sector que Hyundai presentará el nuevo i10.
Por Thomas Geiger (dpa)