En la gastronomía nacional tenemos una inmensa variedad de embutidos. Muchos de nuestros platos típicos están hechos con ellas, los comemos como acompañantes al beber, y durante las festividades los vemos por todos lados. Aquí te contamos un poco sobre las salchichas y embutidos que más nos gustan.
La butifarra, la especialidad catalana
Es un embutido típico de Cataluña y Baleares. Se trata de una especie de morcilla gruesa, hecha con trozos de carne magra de cerdo y sangre, sal y pimienta. Se pueden vender frescas para consumo local o cocidas.
La butifarra cruda es de un color rojo, una salchicha hecha principalmente con la punta del lomo del cerdo. También se le puede añadir un poco de tocino como condimento y toques ligeros de especias antes de embutirla. Se hace con tripa gruesa para no alterar el sabor. Se debe freír o asar a la parrilla antes de consumirla.
Mientras, las butifarras cocidas ya vienen listas para comer. La blanca es la que se conoce como butifarra de catalana, hecha solo con la carne magra; si se le añade huevo obtenemos la butifarra típica de la época de Carnaval; y la negra se hace combinando la carne magra con sangre de cerdo.
¿Chistorra o chorizo?
Es una salchicha de origen navarro, típicamente realizada con carne picada de cerdo, aunque también se le puede añadir carnes de res. Su color rojo intenso viene del pimentón con el que se condimenta, además de ajo, sal y perejil. Se come siempre frita o asada.
A diferencia del chorizo, el tiempo de curación de la chistorra es de apenas 24 horas, por lo que es muy delgada y larga. Al ser semicurada, su tiempo de conservación es bastante corto en comparación con el chorizo. Al mismo tiempo, es un embutido que se puede hacer fácilmente en casa.
Las famosas salchichas Frankfurt
Estas salchichas deben su nombre a su denominación de origen geográfica, en la zona de Fráncfort del Meno, aunque hoy en día podemos ver salchichas de este tipo (no las originales) en casi todos lados. ¿Pero cómo llegó a nuestro país?
De acuerdo con la Casa Vallès, en 1912 llegó a Barcelona un ciudadano alemán llamado Max Zander, un maestro charcutero. En esos momentos, la salchicha de Frankfurt era desconocida en Cataluña, así que pronto Zander se hizo un renombre entre las charcuteras más selectas del país a quienes vendía salchichas Frankfurt, entre otros productos.
Según los más puristas, esta salchicha debe ser elaborada con una selección de carnes de cerdo picada. Lo característico de las salchichas Frankfurt es su sabor a carne picada de cochino, y que se ahúman tras realizar el embutido. De hecho, las mejores solo se cocinan 8 minutos en agua antes de comerlas.
Actualmente, también hay unas que se elaboran con pavo o pollo, o se les añaden proteínas no cárnicas como leche en polvo o de soja, además de antioxidantes y conservantes. Su valor se ve alterado a medida que se le añade carne de calidad inferior o proteína no cárnica como el colágeno.
Salchicha cervelat
La podemos distinguir fácilmente por ser una salchicha muy gruesa, hecha con la tripa de cerdo y rellena con carne de cerdo. En la cocina suiza, se hacía a partes iguales de carne de vaca, carne de cerdo y panceta. También lleva especias como sal, ajo y pimienta, con sabores intensos y no picantes.
Su sabor único proviene de picar finamente la carne y embutirla en la tripa. Luego, se cocina la salchicha durante una hora entre 65° y 70°, para terminar la cocción con un ahumado. Se prepara a la parrilla o en la sartén durante aproximadamente 8 minutos, hasta que queda dorada, no frita.
¿Son sanas las salchichas?
En primera instancia, son un producto seguro que se hace con controles de calidad para ser apto para el consumo. Aún así, no se aconseja comerlas con frecuencia, ¿pero cuál es la razón?
En realidad, las salchichas que hemos visto tienen por ingredientes principales partes del cochino o la res con poca grasa, aunque seguimos hablando de grasas saturadas por su origen animal. La mayoría de las proteínas provenientes de los animales tienen grasas saturadas, por lo que deberíamos vigilar su consumo en general.
En contraposición, es difícil afirmar que una salchicha por sí sola no es saludable, al igual que cualquier otro producto alimenticio. Más bien, tenemos que hablar sobre el valor nutricional que aporta y cómo se ubica en la dieta de la persona. Por lo tanto, será perfectamente saludable consumir salchichas si no es en exceso.
La calidad importa
Además de su valor nutricional, tenemos que considerar sus ingredientes. Las salchichas de mala calidad vienen con colágeno (un tipo muy pobre de proteína), conservantes, carnes no magras, y hasta podrían incluir aceites y azúcares añadidos.
Lo mejor que puedes hacer es adquirir salchichas hechas por marcas en las que confíes, con un estricto control de calidad. Otra opción es prepararlas en casa si cuentas con el equipo y útiles necesarios para hacerlo, ya que como muchas otras cosas, no son difíciles de hacer si se cuenta con el tiempo y herramientas necesarias para ello.