Brasilia, 3 jun (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo hoy que aún no están dadas las condiciones para concretar la visita de Estado que tenía previsto hacer a Washington el año pasado y que suspendió tras saber que Estados Unidos espiaba sus comunicaciones.
«Las relaciones con Estados Unidas son buenas» y «no sufrieron ninguna interrupción» por el escándalo del espionaje, pero aún es necesaria «una señal de que eso no volverá a repetirse», declaró Rousseff durante una cena que ofreció en su residencia oficial a corresponsales de medios extranjeros, entre ellos Efe.
«Tenemos todo el interés en que se haga esa visita de Estado», indicó Rousseff, quien además puntualizó que mantiene una relación de «mucho respeto» con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Sin embargo, en forma metafórica, dijo que ambos Gobiernos están ahora en una fase de «noviazgo» y que la visita de Estado que tenía previsto hacer en octubre pasado sólo se dará cuando estén más cerca del «casamiento».
Rousseff confirmó que el próximo día 16 recibirá en Brasilia al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien viajará al país para, también, asistir a un partido de la selección de su país en el Mundial de fútbol Brasil 2014.
Explicó que Brasil y Estados Unidos, pese al espionaje que fue revelado por el ex analista de la CIA Edward Snowden y que afectó tanto sus comunicaciones como las de algunos de sus ministros y empresas brasileñas, mantienen una «sociedad estratégica».
También reiteró que, cuando se decidió suspender la visita de Estado que haría Washington el pasado 23 de octubre, fue de común acuerdo con Obama, con quien entonces conversó «durante más de una hora por teléfono» para intentar aclarar el asunto del espionaje.
No obstante, declaró que hasta el día de hoy «nadie» le ha dicho a que información tuvieron acceso los espías estadounidenses y qué consecuencias pudiera tener el acceso a sus comunicaciones.
