Monza (Italia), 8 sep (dpa) – Un error bajo presión del alemán Nico Rosberg abrió una puerta al británico Lewis Hamilton en el Mundial de Fórmula 1, pero también alimentó las teorías conspiratorias en la escudería Mercedes.
Líder del Mundial con 238 puntos -22 más que Hamilton-, el alemán Rosberg admitió que su error entregó la victoria del Gran Premio de Italia del domingo a su compañero. Sin embargo, aseguró que el segundo lugar «no fue un desastre».
Tras la colisión de ambos pilotos hace dos semanas en Bélgica, por la que Rosberg se disculpó tras una reprimenda por parte de Mercedes, la imparable escudería tuvo que rechazar los rumores de que el resultado de Monza estaba pactado.
Algunos periódicos británicos destacaron comentarios del tres veces campeón del mundo Jackie Stewart, que se preguntó si Rosberg era capaz de cometer el mismo error dos veces en la misma curva.
«Era una parte de la pista en la que no había riesgo real de cometer ese error, así que estoy un poco confundido», dijo Stewart según recogen diversos medios.
«Pensé que era un poco demasiado fácil. Pensé que podría haber hecho al menos un esfuerzo para hacer la trazada alrededor de la curva, pero no lo hizo».
Sin embargo, Mercedes rechazó las sugerencias de que intenta nivelar el campeonato después de que Rosberg arruinara la carrera de Hamilton en Spa-Francorchamps.
«Simplemente cometí un error. ¿Cuál podría ser la razón para hacer algo así deliberadamente? No hay razón posible», dijo Rosberg.
El alemán aseguró que fue la presión que Hamilton estaba ejerciendo sobre él lo que le hizo salirse en la chicane del final de la recta de meta en el circuito de Monza.
«Lewis estaba siendo muy rápido y venía desde atrás», recordó el líder de la clasificación. «Tenía que aumentar mi ritmo y después cometí el error como consecuencia de ello. Me costó el primer puesto».
Hamilton fue el más rápido a lo largo del fin de semana y parece estar un peldaño por encima en la lucha psicológica con Rosberg pese a que el alemán aún mantiene una ventaja de 22 puntos al frente del Mundial.
«¿Está Rosberg perdiendo los nervios?», se preguntó hoy el diario alemán «Bild», que resaltó que la «batalla psicológica» entre Hamilton y Rosberg terminó sin ningún apretón de manos tras la carrera.
Hamilton recordó que a Rosberg no le gusta pilotar bajo presión. «Sabía que era el mejor momento para presionarlo», dijo el campeón del mundo de 2008. «Lo hice hace un par de carreras y no le gustó, así que aumenté un poco la presión».
La salida de pista de Rosberg llegó poco después de que el ingeniero de carrera de Hamilton le dijera al británico que siguiera detrás del alemán y que no intentara ningún adelantamiento hasta el final del Gran Premio.
«El coche estaba sintiéndose bien y fue el momento en que más cerca estaba», dijo Hamilton, negando que hubiera ignorado las instrucciones de boxes.
La victoria de Hamilton puso fin a dos turbulentas semanas del equipo Mercedes, que disfrutó esta temporada de siete dobletes. La escudería confía en que la presión se rebaje para la próxima parada, el 21 de septiembre en Singapur.
Por Elmar Dreher
