Teherán, 18 feb (EFE).- El presidente iraní, Hasán Rohaní, instó a los países musulmanes a solventar sus problemas entre ellos, sin permitir la intervención extranjera, durante la inauguración hoy de la IX Conferencia de la Unión Inter-Parlamentaria Islámica en Teherán.
Es una agresión «contra la dignidad musulmana permitir a otras potencias que resuelvan los problemas musulmanes o dejarles intervenir», señaló Rohaní, quien añadió que la falta de unidad y el alejamiento de las enseñanzas del profeta Mahoma son las culpables de haber llevado a las naciones islámicas al punto en que se encuentran.
El presidente iraní condenó la violencia contra los inocentes que se utiliza en el nombre de la lucha contra el terrorismo, y aseguró que siempre tiene en consideración los intereses políticos y seguridad de todos los países islámicos a la hora de tomar decisiones, en particular respecto a los países vecinos.
Rohaní aprovechó la ocasión para volver a condenar las sanciones de la comunidad internacional contra la República Islámica y señalar que estas no solo tienen un efecto negativo en su pueblo, sino también en los países que las imponen.
El portavoz de la Conferencia, Kazem Yalali, señaló ayer que, en las discusiones de los distintos comités, se han alcanzado 26 resoluciones, que serán presentadas en la Asamblea General.
Los acuerdos versan sobre la situación en Palestina, el papel de los Parlamentos islámicos para atajar la «judaización» de la ciudad de Jerusalén, la situación en Siria y Líbano, la unidad de los estados islámicos para afrontar las amenazas y la lucha contra la «islamofobia».
A la conferencia asisten delegaciones de 47 países musulmanes y los presidentes de 28 Cámaras nacionales.