Madrid, 5 nov (dpa) – Como todos los días, Sebastián (Ricardo Darín) acude a casa de su ex (Belén Rueda) a recoger a sus hijos, y siempre juegan al mismo juego: ¿quién llegará antes? ¿ellos, bajando las escaleras, o él, en ascensor? Hasta que una mañana, los pequeños desaparecen…
Así arranca «Séptimo», un angustioso thriller dirigido por el cineasta vasco Patxi Amezcua («25 kilates») que este viernes llega a las salas de cine españolas. Filmada en Buenos Aires y con un elenco mayoritariamente argentino, esta coproducción aterriza al otro lado del Atlántico precedida por la buena acogida en las taquillas de Argentina. «Hemos tenido casi un millón de espectadores», afirmaba hoy orgulloso Amezcua, con ganas de repetir el éxito en casa.
Después de «El orfanato» y «Los ojos de Julia», no sorprende ver a Belén Rueda en otra película de suspense, un género en el que últimamente también parece sentirse muy cómodo Ricardo Darín. Prueba de ello son títulos como la ganadora de un Oscar «El secreto de sus ojos» o «Tesis sobre un homicidio», en las que, como en «Séptimo», también encarnaba a un abogado.
¿Predilección por el género? «Honestamente, lo que me mueve en un proyecto es cómo está construida la historia, si logra atraparme. Lo del género viene después», afirmó el actor porteño durante la presentación de la película en Madrid. «Si el cuento me lo cuentan bien contado, ya tienen ganado mi corazón.» Y lo mismo opinó Rueda: «Creo que al cien por cien de los actores lo que nos interesa es la historia, y que esa historia tenga sentido para nosotros.»
Amezcua, que cofirma el guión junto al argentino afincado en España Alejo Flah («Tita Cervera. La baronesa»), ya demostró su buen manejo del thriller en su premiado debut «25 kilates». Ahora, evita caer en el melodrama y apuesta por un ritmo en ocasiones frenético que transmite la desesperación del padre protagonista. «Quería huir del lado lacrimógeno que pudieran tener este tipo de historias», explica el cineasta. «Por eso, mis personajes buscan la contención.»
Y contenida es la actuación de Rueda, que en 2004 se llevó el Goya como actriz revelación por «Mar adentro». «Fue un reto interpretar a una madre que ante la desaparición de sus hijos tiene un comportamiento que no sería el del 90 por ciento de las madres», explicó. Su personaje, Delia, se sitúa en un pasivo segundo plano, mientras Darín toma las riendas de la desesperada búsqueda de sus hijos.
En este sentido, el protagonista de «El aura» o «Luna de Avellaneda» confiesa que el rodaje supuso fue agotador tanto en lo emocional como en lo físico (se lo ve subiendo y bajando angustiado los siete pisos de escaleras): «En lo físico contaba con un doble que lo quise traer, pero es también el doble de DeNiro y…», bromeó haciendo gala de su habitual sentido del humor.
Como en una montaña rusa, la película no da tregua al espectador, con nuevas vueltas de tuerca que dejan entrever el trasfondo de un contexto social marcado por la crisis. Eso sí, por muy mal avenidos que parezcan en ocasiones en el film, la química entre Darín y Rueda quedó más que patente, y ambos se deshicieron en halagos mutuos. Ya lo dijo Darín cuando estrenó en Argentina: «Amor a primera vista».
Por Elena Box