Con el paso del tiempo, los equipos de sonido van degradándose y perdiendo sus propiedades.
El uso, el ambiente en el que están o incluso los materiales con los que se han fabricado hacen que algunos elementos, como las suspensiones, se cuarteen o incluso se deshagan.
¿Merece la pena apostar por arreglarlos?
Para empezar, quienes tengan un buen equipo de sonido valoran precisamente eso, el haber invertido en aparatos que, aunque con el tiempo necesiten mantenimiento, siguen teniendo ese toque de bajos y graves que les gusta.
Cuando esto ocurre, la respuesta es sí, siempre merece la pena arreglarlos.
Reparar suspensión altavoz no es difícil si se sabe cómo. A través de tutoriales o con los consejos de blogs de tiendas especializadas, hacerse con un kit será el primer paso para dar una nueva vida a los altavoces.
Los precios parten desde los 12 euros, pero sobre todo hay que tener claro qué tipo de piezas se necesitan. Lo primero es saber qué tipo de suspensión se necesita y su medida, y a partir de ahí, un poco de maña y seguir paso a paso los consejos.
¿Existen también talleres?
Sí, como en vehículos o joyería, los altavoces también pueden pasar por taller para mejorar su sonido, hacer sus mantenimientos e incluso repararlos.
Las suspensiones para altavoces y sus cambios suelen ser uno de los motivos para que las cajas acústicas no rindan como se espera de ellas. Además de los materiales que componen el altavoz en sí, hay una serie de factores que pueden alterar el sonido.
Cuando no se entiende demasiado de este tipo de piezas, lo mejor es acudir a especialistas que, a precios más que razonables por norma general, son capaces de devolver ese sonido característico que los más exigentes piden a sus altavoces.
Gracias a este tipo de servicios, no sería necesario volver a invertir en unos nuevos.
Cómo elegir los mejores altavoces para cada persona
Como en todo, depende del uso que se le vaya a dar. Para escuchar la radio en el salón de casa no hace falta invertir en un equipo de sonido que haga tronar un estadio de fútbol cualquiera.
Los que de esto entienden hablan de los transductores como el principio diferenciador. Estos dispositivos que transforman la energía que los alimenta por ondas sonoras son claves. Pero sin duda, para conocerlos, hace falta echar un vistazo al material con el que han sido fabricados.
Diseño, material y tamaño son lo que hacen que los altavoces tengan tan diferenciados los matices sonoros. Porque por más que nos pese, no todos suenan igual.
En cuanto a la caja, se dice que el material mejor valorado es la madera, aunque para el resto de componentes lo cierto es que las opciones van desde el propio papel hasta la fibra de carbono.
En realidad eso es lo que diferenciará a unos de otros en rangos de precios y sonidos. Pero, sin duda, lo que hay que saber es qué uso se les va a dar y dónde van a estar ubicados para sacarles el mejor partido y sonido.