Reencuentro de José Manuel Soria y Victoria Rosell en un debate en Canarias tras la polémica entre ambos

fotonoticia_20151207140610_800Un debate en la cadena Ser ha reunido al ministro de Industria y candidato del PP por Las Palmas, José Manuel Soria, y la candidata por esta provincia de Podemos, Victoria Rosell, tras la polémica entre ambos y las acusaciones mutuas a propósito de una investigación de la Fiscalía a la juez en excedencia.

Rosell y Soria se han visto las caras después de que a finales de la pasada semana se conociera la apertura de diligencias de investigaciones de la Fiscalía de Las Palmas por el retraso en una instrucción de Rosell en una causa contra el empresario Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, por lo que la candidata de Podemos acusó a Soria de estar «detrás» de este tema. Tras estas palabras, el ministro se ha querellado contra ella.

El debate de este lunes estaba enmarcado en la campaña para las elecciones generales del 20 de diciembre y ha contado también con Sebastián Franquis (PSOE), Pablo Rodríguez (CC) y Saúl Ramírez (C’s).

En este marco, Soria aprovechó durante la defensa en la lucha contra la corrupción que no tiene «ningún problema con la justicia», aludiendo a Rosell como alguien que sí «puede tener problemas» en materia judicial. Además, el cabeza de lista del PP al Congreso por la provincia de Las Palmas señaló que «desde la toga también se puede hacer política».

Por su parte, Rosell ha espetado que «hay que tener mucha cara dura» para defender la política que ha realizado el Gobierno del PP contra la corrupción. La candidata de Podemos afirmó que las normas impulsadas y modificadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy «no es legislar para terminar contra la corrupción, es para terminar con la investigación».

Añadió que el de Soria «debe ser un caso único» por asegurar que la «corrupción esté en la toga». Asimismo, señaló que Podemos defiende «una lucha real contra la corrupción», agregando la necesidad de reducir los altos cargos y prohibir las «puertas giratorias donde acaban los grandes elefantes» de los partidos.

Soria ha incidido en que «no hay ningún partido que haya legislado tanto» para luchar contra la corrupción y los corruptos, afirmando que la «corrupción que más le molesta es la de personas que han compartido ideas del partido» con él. En este ámbito ha defendido que «ni el PP ni el PSOE son corruptos», porque subrayó que los «casos individuales no hablan de un partido».

Este tema también le ha llevado a tener un cruce de palabras con el candidato socialista, Sebastián Franquis, quien acusó al PP de estar «podrido de corrupción» y de que la «ha empeorado». Para Franquis, la «desconfianza» de los ciudadanos en la administración pública «es responsabilidad del Partido Popular».

Por su parte, el candidato de Ciudadanos (C’s), Saúl Ramírez, abogó por la supresión que propone su partido del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para pasar sus competencias al Tribunal Supremo (TS) «con dos adjuntos y elegido entre los jueces, con una independencia clara», como una de las medidas para afrontar la lucha contra la corrupción.

En este ámbito también defendió los políticos «sin privilegios» y acabar con los aforamientos, con los indultos, acusando sobre esto último al Gobierno de Mariano de Rajoy de ser el que «más indultos» ha concedido.

El candidato de CC, Pablo Rodríguez, se centró en la necesidad de que Canarias blinde en la Constitución los derechos de las islas, algo que consideró no harán los partidos generalistas, con el objetivo de que la Carta Magna recoja la singularidad de «ultraperiférica» para que esto «sea sumido como un derecho permanente y obligue a contemplar esta singularidad».

Además, incidió en la defensa de que el Régimen Económico y Fiscal (REF) quede anclado en la Constitución para que «esté protegido» porque recordó que el REF afecta a cuestiones básicas para los ciudadanos entre las que citó temas como «la luz, el agua o los billetes de avión».

Sobre esto, el representante de Ciudadanos aseguró que su formación también defiende la necesidad de que se reconozca en la Constitución la singularidad de Canarias a través de la ultraperificidad.