Madrid, 23 feb (dpa) – Mariano Rajoy afrontará el martes su segundo debate sobre el estado de la nación como presidente del gobierno español con un discurso centrado en la recuperación económica del país y con varios asuntos polémicos en la retaguardia.
El jefe del Ejecutivo aprovechará el respiro que desde octubre le otorgan los datos económicos -la agencia de calificación Moody’s subió la nota de la deuda española por primera vez desde el inicio de la crisis esta misma semana- y se escudará en ellos para hacer frente a los ataques de los grupos parlamentarios.
Si la legislatura arrancó a final de 2011 con un objetivo claramente económico, el de poner solución a la crisis y evitar el rescate a España, ahora el gabinete de Rajoy se enfrenta a otros desafíos políticos y sociales en la antesala de las elecciones europeas del 25 de mayo.
La oposición sacará a la palestra del debate más importante del año temas como la reforma de la ley del aborto, las acciones policiales en la frontera con Marruecos, el desafío independentista de la región de Cataluña y el final de ETA.
Y el Partido Socialista (PSOE), el más importante de los grupos parlamentarios opositores, llega a la cita con el respaldo de las encuestas de cara a los comicios europeos y algo más fuerte que hace un año, cuando acusaba el desgaste por los resultados electorales de 2011, los peores de su historia.
Será su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se enfrente de nuevo a Rajoy, quizá en su último debate al frente del PSOE si decide no presentarse a las elecciones primarias que la formación celebrará el próximo otoño (boreal).
El veterano socialista intentará poner al gobierno contra las cuerdas con un discurso centrado en los golpes de la crisis, los efectos de los recortes, la alta tasa de desempleo (26 por ciento) y una restrictiva y polémica reforma que ha minado la intención de voto al PP en los últimos sondeos: la de la ley del aborto.
Aunque no está previsto que Rajoy aborde el tema de «motu proprio» -nunca hizo una defensa cerrada de la reforma que impulsa el «ala dura» del partido- sí lo harán los partidos. Especialmente su principal contrincante, firme defensor de la ley que aprobó en 2010 el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero y que permite abortar hasta ahora libremente en España hasta la semana número 14.
Según fuentes del Ejecutivo, el presidente del gobierno sí aludirá a la lucha contra la inmigración ilegal y pedirá una mayor implicación de la Unión Europea (UE) tras la tragedia de Ceuta el pasado 6 de febrero, en la que murieron 15 inmigrantes subsaharianos cuando intentaban alcanzar suelo español en el norte de África.
En el plano político, los principales retos a los que se enfrenta Rajoy este año pueden ser los momentos clave del debate de 2014.
Por una parte, el final del grupo armado vasco ETA, que el viernes escenificó un primer desarme parcial criticado por el Ejecutivo, dos años después de anunciar el fin del uso de la violencia.
Por otra, el desafío independentista lanzado por el gobierno regional de Cataluña, que pretende celebrar el próximo 9 de noviembre un referéndum de autodeterminación, negado reiteradamente por el gobierno. «La consulta no se celebrará porque es ilegal», repitió Rajoy en varias ocasiones. Y volverá a hacerlo esta semana.
El PSOE incidirá de nuevo en su «tercera vía» para Cataluña: una modificación federalista de la Constitución que pretende evitar la escisión de la región del resto de España. Pero, sobre todo, repasará los efectos de los recortes sociales en el país y de las contestadas reformas económicas ejecutadas por el gobierno hasta ahora.
Aunque las cifras macroeconómicas dan oxígeno a Rajoy, el desempleo y los problemas de las familias españolas para llegar a fin de mes siguen lastrando al Ejecutivo, que cae más de 12 puntos porcentuales en las encuestas desde que tomó las riendas del país.
A ello se unen las tramas de corrupción que salpican a su partido, el PP, y que el pasado año marcaron el primer debate de Rajoy sobre el estado de la nación, con el escándalo del llamado «caso Bárcenas» en las portadas de la prensa española apuntando a una financiación ilegal del partido gobernante.
Por Ana Lázaro Verde