Barcelona, 2 jun (dpa) – Tras su destitución como jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy tendrá que abandonar en los próximos días el palacio presidencial de La Moncloa de Madrid, que previsiblemente pasará a ocupar su sucesor, el socialista Pedro Sánchez.
El líder conservador, de 63 años, tendrá menos tiempo de lo habitual para hacer la mudanza, ya que su cese fue provocado por una moción de censura, la primera que prospera en la democracia española.
Según informan los medios españoles, Rajoy regresará a la vivienda donde residía antes de ganar las elecciones de 2011, situada en Aravaca, un barrio de clase media-alta en el norte de la capital española.
Y lo hará con su esposa, Elvira Fernández, y los dos hijos que la pareja tiene en común, de 13 y 18 años. Todos ellos han permanecido en total seis años y medio La Moncloa.
A partir de ahora, Rajoy podrá acceder a los medios y prerrogativas reservadas para los ex jefes del Gobierno en España, que incluyen un vehículo de representación con conductores, dos empleados públicos, una dotación para gastos de oficina, atenciones de carácter social y, en su caso, alquileres de inmuebles en la cuantía consignada.
Dispondrá de los servicios de seguridad que el Gobierno estime necesario y de «libre pase» en las compañías regulares del Estado.
Durante dos años, podrá cobrar una pensión indemnizatoria que supone el 80 por ciento de su sueldo como jefe del Gobierno, aunque ésta es incompatible con otra retribución pública, por lo que para disfrutarla debería renunciar a su escaño de diputado.
Además, el líder del Partido Popular (PP) gozará del tratamiento de «presidente», ocupará un lugar protocolario especial y en sus viajes al extranjero podrá disfrutar del apoyo de servicios diplomáticos.
Desde el punto de vista político, el futuro de Rajoy es un enigma y se desconoce si seguirá al frente de su partido a medio-largo plazo. La dirección del PP reunirá el martes para analizar la situación.