Quim Torra considera necesario realizar otro «acto de desobediencia»

Barcelona, 30 sep (dpa) – El jefe del Gobierno de Cataluña, Quim Torra, advirtió hoy de que será necesario «un acto de desobediencia civil» en la región española como el que tuvo lugar hace un año con el referéndum soberanista del 1 de octubre de 2017.

En la víspera del primer aniversario de la polémica consulta ilegal, que marcó un antes y un después en España, el «president» denunció la actuación policial de aquel día, en el que se produjeron altercados entre agentes y votantes en varios locales electorales.

«Tendremos que ser capaces de llevar a cabo un acto de desobediencia civil, nos necesitamos a todos para volver a hacerlo, para hacer la república catalana», expresó en un acto celebrado en la sede del Gobierno catalán para homenajear a los afectados en el referéndum.

«Algún día los que nos pegaron el 1-O (1 de octubre) serán juzgados por tribunales internacionales», añadió el «president», quien también recordó a los líderes y políticos independentistas que se encuentran en prisión provisional por el llamado «procés».

Torra visitó hoy además la escuela donde votó el 1 de octubre del pasado año y, en esta ocasión, introdujo de forma simbólica en una urna una papeleta donde había escrito: «O libertad o libertad porque el 1-O votamos y ganamos».

El 1-O fue uno de los días más turbulentos en la historia reciente de España. Pese a que el referéndum soberanista convocado por el Gobierno catalán había sido prohibido por el Tribunal Constitucional, miles de personas salieron a las calles con la intención de votar.

En algunos locales electorales, las fuerzas de seguridad trataron de impedirlo y se produjeron altercados e imágenes de violencia que recogieron medios de comunicación de todo el mundo.

La Justicia española abrió posteriormente una investigación sobre el referéndum y el proceso independentista catalán. Los entonces miembros del Gobierno, encabezado por Carles Puigdemont, así como diputados y líderes indepedentistas fueron imputados.

Actualmente, nueve de ellos permanecen en prisión preventiva y otros siete están huidos fuera de España, entre ellos el propio Puigdemont.