
(dpa) – Cuando uno quiere comprar un monitor, rápidamente se da cuenta de que la ansiedad debe apaciguarse un poco y que el espíritu debe armarse de paciencia hasta que uno analice qué modelo nos conviene. ¿LCD, QLED, OLED? Las diferencias no sólo están en el precio.
Actualmente los monitores más económicos y más comprados son los LCD de reacción rápida en un espectro de colores reducido, esencial para tener una imagen sin vibración. «También es importante si el usuario quiere mirar de vez en cuando un video de noticias o algo en Youtube, es decir, para casos en los que la calidad de la imagen no es lo prioritario», explica el especialista Florian Hockel.
En otras palabras: el espectro de colores más bien reducido está bien si precisamos el monitor para una oficina, donde lo utilizaremos para ver alguna otra cosa o editar alguna foto o video pero con poca frecuencia. O para mirar alguna película muy de vez en cuando. En estos casos, lo ideal es optar por un monitor de entre 24 y 27 pulgadas y una resolución normal, de 1.920 por 1.080 o 2.560 y 1.440 píxeles.
«Por lo general, los monitores QLED cuestan entre un 20 y un 50 por ciento más que los LCD, dependiendo del tamaño y de la resolución. La inversión vale la pena para los usuarios que usan mucho la pantalla para jugar, ver películas o que se dedican a la edición de fotos o videos», apunta Hockel. Sobre todo si uno lo precisa con fines profesionales. En esos casos, tener 48 pulgadas puede ser una gran ayuda.
Los monitores más caros hoy en día son los OLED, que se destacan sobre todo en las escenas oscuras. Los fanáticos de los juegos o de las películas suelen ser los que prefieren gastar un poco más y elegir esta opción.
