Moscú, 2 sep (dpa) – Miles de rusos volvieron a protestar hoy contra una subida de la edad de jubilación, pese a que el presidente del país, Vladimir Putin, ha asegurado que no dará marcha atrás, aunque sí anunció algunas concesiones.
Unas 9.000 personas, según una ONG, acudieron a la marcha en Moscú convocada por los comunistas y en torno a 1.500 acudieron a otra del partido Rusia Justa. En otras ciudades del país se siguieron también las convocatorias, según agencias rusas.
El Gobierno ruso anunció la reforma de las pensiones a la sombra del Mundial de fútbol en junio. La reforma eleva la edad de jubilación de 60 a 65 años para hombres y de 55 a 63 para mujeres, aunque después lo redujo a 60 en el caso de las últimas.
Sin embargo, la esperanza de vida de los hombres rusos se sitúa en una medida de 66 años y según datos publicados hace dos años por el Banco Mundial, se estima que el 43 por ciento no llegarán a la edad de 65 años.
En un discurso el pasado miércoles Putin confirmó los planes del Gobierno, que ya provocó protestas en julio. Pero el jefe del Kremlin matizó la reforma sólo para la edad de jubilación de las mujeres.
Fue la primera vez que Putin se ponía delante de las cámaras para hablar de un tema social. Los expertos creen que pretendía reducir el daño para su imagen de la medida está provocando.
Rusia vive un reto similar al de muchos países desarrollados, que cuentan con cada vez menos contribuyentes para pagar a cada vez más pensionistas. Sin embargo la mayoría de las rentas por jubilación son tan bajas en el país que muchos jubilados se ven obligados a seguir trabajando.