Berlín, 10 feb (dpa) – Nadeshda Tolokonnikova y Maria Aliojina, dos de las integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot que estuvieron en prisión por protestar contra Vladimir Putin con un concierto en una iglesia en Moscú, anunciaron hoy que se están planteando adentrarse en el mundo de la política.
«Merece la pena intentarlo», afirmaron en una rueda de prensa durante su primera visita a Berlín tras su excarcelación. Dejaron claro que no tienen como objetivo concurrir a las presidenciales de Rusia; «pero sí nos podemos imaginar presentarnos para la alcaldía de Moscú», indicó Maria Aliojina.
Las dos jóvenes fueron indultadas por Putin poco antes de Navidad después de pasar 20 meses en prisión, algo que las marcó. Desde entonces no sólo critican el régimen de Vladimir Putin y defienden a los prisioneros políticos en Rusia, sino que también critican el estado de las prisiones en su país.
«¿Están preparados para luchar por la verdad y defenderla hasta el final?», preguntó Tolokonnikova a los periodistas reunidos en un hotel de la capital alemana. «Hacemos un llamamiento a favor de romper el silencio», agregó.
Durante la rueda de prensa previa a la gala «Cinema for Peace» de esta tarde, donde están nominadas por el documental «Pussy Riot – A Punk Prayer», las dos críticas del gobierno de Putin volvieron a dejar claro que son «víctimas de un sistema incapaz de reconocer su culpa».
«Hablo de un régimen débil, que no está en situación de reconocer sus errores. Ese es el régimen de Vladimir Putin», afirmó Aliojina.
Asimismo, volvieron a insistir en que su concierto de protesta contra Putin en una iglesia de Moscú, por el que fueron juzgadas y condenadas, no fue porque odien la religión. «Al contrario, queríamos defender la religión del gobierno», resaltó Tolokonnikova.
«Protestamos contra los políticos corruptos y el poder de los patriarcas. No tenemos nada contra la religión», agregó.
En estos momentos, las dos se encuentran ocupadas en crear una organización de ayuda a los prisioneros políticos en Rusia a la que quieren llamar «Zona Priva».
«Queremos luchar por los prisiones en Rusia, por todos aquellos que no han recibido un juicio justo», explicó Maria sobre su futura ONG.
Tolokonnikova, de 24 años, y Aliojina, de 25, acudieron a la capital alemana acompañadas del marido de la primera, Piotr Verzilov, después de pasar unos días en Nueva York, donde se reunieron con activistas políticos y defensores de los derechos humanos y dieron un concierto benéfico con Madonna a favor de la ONG Amnistía Internacional.
Este concierto provocó la irritación de algunas integrantes de la banda, que informaron que ya no pertenecían al grupo por no respetar el principio de nunca aceptar dinero a cambio de las interpretaciones y hacerlas sólo de manera ilegal en lugares inesperados.
A pesar de estas informaciones las dos aclararon que siguen siendo miembros del grupo. «Nunca hemos dejado las Pussy Riot», declaró Tolokonnikova. Sin embargo, informó que no podrán hacer ninguna acción más con la banda debido a la máxima de tener que ser anónimas. «Personas con caras públicas nunca pueden decir que pertenecen a las Pussy Riot», indicó Alechina. «Nuestras caras son ahora públicas», agregó.
Tolokonnikova reconoció que no sabe quiénes pudieron ser las activistas que dijeron que ellas ya no pertenecían al grupo.
Por Almudena de Cabo