(dpa) – Para la escritora de libros de cocina Angelika Ilies hay algo muy importante cuando se trata de las entradas: «Deben ser fáciles y rápidas de hacer». E idealmente también deberían poder prepararse con antelación, en vez de ser servidas «à la minute». «Eso es difícil cuando los invitados ya están y suele estresar a los anfitriones».
En su libro, «Antipasti & Tapas», la periodista gastronómica reunió exquisiteces mediterráneas, que se lucen también servidas individualmente y en un marco pequeño y delicado.
¿Vitel toné? No, ¡hongos toné!
A quien quiera prescindir de la carne, Ilies le recomienda los «hongos ostra toné». La salsa, como en el vitel toné, contiene atún, pero no es esparcida sobre carne de ternera, sino sobre hongos (setas) fritos.
Para ello hay que dejar escurrir 150 g de atún, colocarlos en un recipiente alto y procesarlos con 100 g de crema (nata) agria, añadirle 1 cucharada de jugo de limón y condimentar con sal y pimienta. A continuación, picar 20 gramos de rúcula.
Luego, limpiar 250 gramos de hongos ostra y cortarlos en fetas gruesas. Freírlos unos cuatro minutos en 2 cucharadas de aceite de oliva a temperatura elevada en una sartén. Cada tanto, darlos vuelta, y condimentar con sal y pimienta.
Posteriormente, distribuir las setas sobre una bandeja, verter la salsa de atún, sobre ella 3 cucharadas de alcaparras pequeñas (del frasco) y distribuir la rúcula encima.
Crostini con brocheta de salchicha italiana
La segunda recomendación de Ilies son los «crostini con salchicha italiana»: «Me parecen muy sencillos y muy adecuados para sorprender».
Para cuatro personas, hacen falta dos salchichas italianas cortadas cada una en cuatro trozos (de unos 2 cm de ancho). Freírlas unos 10 minutos en la sartén, hasta que por fuera estén crujientes y cocidas por dentro. Colocar sobre un plato y mantener calientes tapadas.
Paso seguido, hacer cuatro pequeños huevos fritos y colocarlos sobre sendas rodajas de pan tipo ciabatta. Tomar dos trozos de salchicha y colocarlos en brochetas de 15 cm de largo, clavar luego estas en las rodajas de pan con el huevo y adornar todo con perejil.
¿Qué hay que tener en cuenta en los platos que siguen a las entradas? Ilies prestaría atención a que todo el menú mantenga un estilo geográfico. Es decir, nada de salchichas con chucrut después de tapas españolas. Lo más importante de las entradas, sin embargo, es «que no sean abundantes»: «Deben generar sobre todo ganas de (comer) más».
Sopa de espárragos, jengibre y coco, en una taza de café
Eso también lo consiguen las propuestas de la bloguera Marita Koch. Por ejemplo, una sopa de espárragos, jengibre y coco, con aceite de cilantro y lima y anacardos tostados.
Para ello, hay que pelar 500 gramos de espárragos, cortar las cabezas con 4 centímetros de largo, y el resto cortarlo en trozos de 1,5 centímetros. Blanquear todo tres minutos en 900 ml agua con sal. Sacar los espárragos de la olla con la espumadera. Añadir la cáscara del espárrago y dejar cocer otros diez minutos. Luego colar todo y guardar el caldo.
Mientras tanto, para el aceite, mezclar un cuarto de cucharada de ralladura de lima o limón con 2 cucharadas de jugo de lima o limón, 2 cucharadas de aceite de oliva y 4 tallos picados de cilantro.
Para los anacardos, mezclar 1 cucharadita de jugo de lima con algo de sal. Tostar 40 gramos de anacardos en una sartén a temperatura entre media y alta. Agregar la mezcla de jugo de lima y seguir tostando hasta que los anacardos vuelvan a estar secos. Luego, colocarlos en una fuente pequeña, agregar pimienta de Cayena y dejar enfriar.
Continuando con la sopa, rehogar 15 gramos de jengibre rallado y un diente de ajo picado fino en una cucharadita de aceite de coco aproximadamente un minuto. Agregar el caldo de los espárragos. Añadir 200 ml de leche de coco y 1 cucharadita de caldo de verdura en polvo y llevar al hervor.
Mezclar 30 g de almidón (de maíz) con 4 cucharadas de agua fría, añadir a la sopa y dejar hervir brevemente. Añadir las cabezas y los trozos de espárrago y calentar allí dentro. Probar a ver si hay que añadir más sal o caldo de verdura. Porcionar la sopa, rociar con aceite de cilantro y lima y adornar con hojas de cilantro. Servir con los anacardos.
«Por la leche de coco, la sopa lógicamente es algo pesada», admite Koch. Pero no es necesario servirla en grandes platos. Puede ser en pequeñas tazas de café.
Brochetas con pimientos verdes
Las brochetas de pimientos de Padrón prometen un mínimo de trabajo. «Una entrada hecha a la parrilla es algo diferente», dice la experta. Con su aspecto fuera de lo común y su sabor dulce y amargo, estos pimientos verdes no solo enriquecen cualquier barbacoa, sino también cualquier menú veraniego.
Por porción, hay que colocar 5 pimientos atravesados en una brocheta, añadirles aceite y asarlos a la parrilla de ambos lados entre 3 y 4 minutos a temperatura media, hasta que la piel tenga burbujas.
Luego, colocar las brochetas en los platos y añadir sal marina gruesa. Van muy bien con ellos un pan baguette y un alioli con limón. Los pimientos también funcionan como guarnicición, dice Koch, «pero como entrada sorprenden a los invitados».
Por Katja Sponholz (dpa)