La iluminación mediante LED (light-emitting diode o “diodo emisor de luz”) consiste en diodos semiconductores que emiten luz cuando son atravesados por una corriente eléctrica. Las ventajas de su uso respecto a los aparatos de iluminación tradicional son muchas.
Antes de examinar las ventajas que supone la compra de productos LED cabe indicar que en la actualidad el uso de este tipo de iluminación se ha ampliado a casi un 90% de los productos del mercado susceptibles de ser iluminados, desde faros de coches, teléfonos móviles o iluminación industrial hasta la iluminación de nuestro hogar o incluso luces de tráfico. La extensión del uso de LED a todos estos campos hace que cada vez sean más usadas y más demandadas.
¿Dónde puedo adquirir los mejores productos LED?
Si estás pensando en cambiar la iluminación de tu hogar o lugar de trabajo por la tecnología LED has de saber que existen tiendas como www.nersolar.es donde podrás encontrar cualquier producto de LED con los mejores precios y una gran variedad de ofertas. Bombillas, focos, tiras, paneles, tubos fluorescentes y muchos más accesorios son, entre otros, los productos LED que podrás adquirir en esta tienda para iluminar cada espacio de tu hogar e incluso el exterior de éste.
¿Cuáles son las ventajas del uso de LEDs?
Una de las principales ventajas del uso de LEDs respecto de la iluminación tradicional la encontramos en el campo de la protección de nuestro medio ambiente. La tecnología LED no usa ni mercurio ni tungsteno y sus reducciones de dióxido de carbono se reducen en un 80% respecto de las lámparas de incandescencia.
Otra ventaja importante es su mayor vida útil. Las lámparas LED no dejan de funcionar, lo que ocurre es que van perdiendo luminosidad, por ello es conveniente cambiarlas entre sus 30,000 y 50,000 horas de uso (las bombillas tradicionales tienen una media de duración de 2000 horas).
La anterior ventaja hace que el invertir en LEDs sea útil y eficiente. En un principio su precio era mucho mayor pero ahora se pueden adquirir por precios muy asequibles y dada su larga duración nos sale muy rentable. Aunque no sólo ahorraremos porque duran mucho más, también consumen mucho menos que las lámparas tradicionales ahorrandonos hasta un 90% en el consumo de energía.
Por último, no desprenden calor, lo que las hace mucho más seguras y versátiles ya que podremos usarlas en lugares delicados o reducidos donde podría ser peligroso utilizar artefactos que desprendan calor.