Santiago de Chile, 11 mar (EFE).- El presidente chileno, Sebastián Piñera, abandonó hoy el palacio La Moneda para trasladarse al Congreso en la ciudad de Valparaíso, donde traspasará el poder a la mandataria electa Michelle Bachelet, pero no cerró las puertas de la sede de Gobierno, rompiendo una antigua tradición.
Piñera ha dicho que actualmente no piensa en una nueva candidatura a la presidencia, pero ha dejado en el aire la duda de si lo decidirá más adelante.
El gobernante salió acompañado de su esposa, Cecilia Morel, y se dio tiempo para saludar a seguidores que lo esperaban en la Plaza de la Constitución.
También reconoció que recordaba «con nostalgia cuando hace cuatro años entré a este palacio de gobierno con mucha ilusión y ahora me voy con mucha satisfacción de haber aportado a que la vida de los chilenos sea mucho mejor».
«Le deseo lo mejor a la próxima presidenta, Michelle Bachelet, y desde donde yo esté seguiré aportando al país», agregó Piñera.
El presidente saliente había llegado a la sede gubernamental por la mañana temprano y se despidió personalmente de cada uno de los miembros de su guardia oficial.
Luego se tomó la última foto con su gabinete ministerial y saludó a algunos de sus colaboradores antes de marcharse.
Piñera asumió la Presidencia el 11 de marzo de 2010, cuando sucedió en el cargo a la propia Bachelet, y encabezó el primer gobierno de derechas elegido en 50 años en el país.
Su mandato se caracterizó por un crecimiento económico medio de 5,3 %, una tasa de desempleo en torno al 6,0 % y obras de reconstrucción tras el terremoto y tsunami que azotaron el país pocos días antes de que se hiciera cargo de la Presidencia.