Pedro Sánchez descarta elecciones

Nueva York/Madrid, 26 sep (dpa) – El jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, descartó hoy la convocatoria de elecciones anticipadas pese a los problemas que afronta su Gobierno y defendió de forma indirecta a su ministra de Justicia, Dolores Delgado, en la mira por la difusión de unos audios comprometidos.

«Este es un Gobierno sin ninguna hipoteca», dijo el mandatario socialista durante una rueda de prensa en la residencia del embajador español en Nueva York, ciudad a la que viajó para asistir a la Asamblea General de la ONU, consultado por la situación de Delgado.

«El Estado no acepta chantajes de nadie, absolutamente de nadie. Hemos venido a limpiar, estamos limpiando y vamos a seguir limpiando», continuó Sánchez, que llegó al Gobierno en junio con una moción de censura que tumbó al conservador Mariano Rajoy. «No nos va a marcar la agenda un corrupto», sentenció.

Sánchez se refirió así, sin mencionarlo en ningún momento, a José Manuel Villarejo, un polémico ex comisario que se encuentra en prisión preventiva investigado por liderar presuntamente una red de extorsión a políticos y empresarios.

Los últimos días se difundieron audios de una charla privada que Villarejo mantuvo en 2009 con Dolores Delgado, ahora ministra de Justicia, en los que la entonces fiscal hace diversas comentarios controvertidos, como llamar «maricón» al juez Fernando Grande-Marlaska, ahora ministro del Interior y gay declarado.

La ministra de 55 años negó en un primer momento conocer a Villarejo y luego fue rectificando su versión, lo que aumentó la presión de la oposición y varios medios para que abandone el cargo. «No voy a dimitir», dijo hoy al ser cuestionada en el Congreso en Madrid. Delgado comparecerá ante la cámara el 10 de octubre para explicar una vez más su versión de lo ocurrido.

«Este Gobierno no acepta chantajes ni amenazas. El Gobierno va a continuar gobernando y va a estar determinado en la lucha contra la corrupción, venga de donde venga», insistió hoy Sánchez ante las preguntas repetidas de los periodistas en Nueva York, aunque sin descartar nunca directamente una renuncia de Delgado.

La situación de Delgado es delicada no solo para la ministra. Si terminara renunciando, como exige incluso Pablo Iglesias, líder del izquierdista Podemos y principal socio de Sánchez, el Gobierno perdería a su tercer ministro en poco más de tres meses: una marca inédita en la democracia moderna española.

El 11 de junio dejó el cargo la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por plagio y manipulación de notas en un máster cursado en 2011. El escritor y presentador Màxim Huerta había renunciado ya como ministro de Cultura el 13 de junio tras solo seis días en el cargo, con lo que se convirtió en el ministro más breve en la historia reciente.

Más allá de los problemas de gabinete, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez cuenta con solo 84 de 350 diputados en el Congreso y depende del apoyo de fuerzas muy heterogéneas -incluyendo las independentistas- para sacar adelante leyes y proyectos, lo que viene dificultando al Gobierno recuperar iniciativa política.

Pese a esa situación, Sánchez descartó de plano adelantar las elecciones. «Ahora en los periódicos me dicen que tengo que convocar elecciones, que la acción política del Gobierno va a sufrir, y yo digo, quien sufre de verdad es la oposición, no el Gobierno», dijo en otro acto en Nueva York. «Creo que sí, que voy a durar hasta 2020».