Pagazaurtundua acusa a los eurodiputados críticos de una débil adhesión a siglas de UPyD

9783839wMadrid, 17 ene (EFE).- La portavoz de UPyD en Europa, Maite Pagazaurtundua, no quiere perder el tiempo con el problema que tiene con dos de los cuatro eurodiputados del grupo, críticos con la dirección y que además van por libre, y sólo afirma que su actitud revela «una débil adhesión» a las siglas con las que se presentaron.

Pagazaurtundua trata de gestionar esta situación «con mucha tranquilidad y de forma muy inclusiva», asegura a Efe en una entrevista, al referirse a la ruptura en dos del grupo parlamentario: por un lado ella y Beatriz Becerra, y, por otro, Fernando Maura y Enrique Calvet, que no han ahorrado descalificativos a la dirección.

Una oposición interna que les ha llevado incluso a participar en actos de apoyo a Ciudadanos, como Maura, o a promover el relevo de Rosa Díez y de su «núcleo duro», particularmente Calvet.

La expresidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo llegó a Bruselas como «número dos» de la delegación, pero se convirtió en la jefa después de que Francisco Sosa Wagner perdiera la confianza de Rosa Díez por apostar públicamente por un pacto con Ciudadanos, lo que generó una agria polémica que culminó con el abandono de su escaño y de UPyD.

Asegura Pagazaurtundua que el trabajo concreto de la delegación no se ve perjudicado por esta división pero sí admite que Maura y Calvet actúan por su cuenta en asuntos internos o en los que tienen que ver con la «lealtad» de partido, pero no se altera porque está convencida de que todo el mundo «se retrata en el largo plazo».

Uno de los ejemplos más recientes de esta situación es que mientras Pagazaurtundua y Becerra decidieron el mes pasado devolver al Parlamento Europeo el dinero que no utilizaron durante 2014 (35.800 euros) de la partida que perciben en concepto de gastos generales, los otros dos eurodiputados hicieron oídos sordos ante esta medida de «transparencia».

Se trata de una iniciativa que las dos eurodiputadas han hecho de manera voluntaria y por «autorregulación» pero es consciente de que no puede obligar a Maura y a Calvet a hacer lo mismo y tampoco puede sancionarles. «Si fuera el Congreso si se podría hacer, pero en el Parlamento Europeo no», afirma.

UPyD quiere que Bruselas convierta esta medida en obligatoria para todos los eurodiputados, pero «no les han hecho caso» y lamenta, dice Pagazaurtundua» esta mancha de opacidad en una institución que es, en conjunto, «muy transparente».

«¡Cómo no se va a controlar hasta el último euro de algo que no es sueldo!», exclama la responsable del grupo europeo, quien asegura estar convencida de que este camino acabará imponiéndose porque «es absolutamente necesario».

Recuerda que cualquier cago público «se debe» a los ciudadanos y, por tanto, tienen que ser los «más eficiente posible» desde el punto de vista político y también desde la gestión de los recursos: «Nuestra hora de trabajo es muy cara», subraya.