Madrid, 25 oct (EFE).- Carlos Osoro ha tomado hoy posesión como nuevo arzobispo de Madrid con la celebración de una eucaristía en la catedral de la Almudena en la que ha reivindicado el «diálogo» y la «cultura del acuerdo» y se ha comprometido a pasar de «una pastoral de mera conservación» a otra «decididamente misionera».
«Os invito a descubrir juntos cómo pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera, ya que la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia», ha dicho Osoro a los fieles en su primera homilía como Arzobispo de Madrid.
La celebración eucarística se ha prolongado durante más de dos horas: a las 11:45 horas Osoro ha sido recibido en la escalera de acceso a la catedral de la Almudena por su antecesor, el cardenal Antonio María Rouco Varela, y a las 14.00 horas se ha puesto fin a la celebración litúrgica y ha comenzado el «besamanos» con el que los fieles felicitan y saludan al nuevo arzobispo.
En sus primeras palabras como máximo responsable de la Iglesia madrileña, Carlos Osoro ha recordado que la ciudad de Madrid acogió a su familia -«aquí se conocieron mis padres»- y hoy le acoge a él, y ha deseado que la capital española siga siendo «un lugar de encuentro, de acogida, de promoción de todo ser humano».
Su discurso, dirigido especialmente a los laicos -«sois mayoría en la Iglesia»- ha reivindicado «la civilización del amor» y «la cultura del encuentro», y se ha mostrado convencido de que «vale la pena» intentar cambiar las cosas «frente a la maraña de problemas que existen en el mundo».
«Todo puede cambiarse; se comienza por el cambio de sí mismo, viviendo con una mente abierta y con un corazón creyente», ha dicho Osoro, quien se ha marcado como «misión» llevar la «alegría del Evangelio» a las calles.
Carlos Osoro ha reivindicado además el diálogo -«hay que tener proyectos, y es imposible hacerlos desde la confrontación, desde la falta de acuerdos, desde el conflicto»- y ha recordado que Jesucristo «vino a salvar y no a condenar».
El nuevo responsable de la Archidiósesis madrileña ha tendido la mano a los jóvenes -con quienes establecerá encuentros un viernes al mes en la catedral- y ha asegurado que mantendrá pronto encuentros con las distintas realidades de la diócesis.