PARÍS (dpa) – Cuando se entra por primera vez al Citroën Divine DS del Salón del Automóvil de París casi es necesario usar gafas de sol, porque el interior del prototipo reluce como si fuera un joyero.
En el «showcar» hay oro blanco y hasta un poco de granito, explica el jefe de diseño, Thierry Metroz. En el tapizado, por ejemplo las puertas, hay incontables cristales de Swarovski. «Con ello queríamos capturar el lujo, la elegancia y la artesanía y dar a nuestro modelo un toque especial», argumenta Metroz la llamativa ornamentación.
Por supuesto que no cabe esperar encontrar oro en todos los Citroën, pero Metroz cree viable que los cristales lleguen a los modelos producidos en serie. Esa es la seria ambición de la firma austriaca Swarovski, que desea entrar «con toda la fuerza» en el negocio del motor.
Oro blanco en lugar de maderas nobles y cristal en lugar de fibra de carbono. El esbozo de un nuevo modelo compacto de Citroën está en la cúspide de una tendencia de diseño que otras marcas y sobre todo los diseñadores están dispuestos a seguir: la búsqueda de nuevos materiales.
Mientras los ingenieros pelean por reducir cada gramo y apuestan por la construcción con materiales ligeros como fibra de carbono, aluminio o magnesio, los creativos se dejan inspirar por el brillo y experimentan con materiales cada vez más nobles.
Lo lejos que se puede llegar se ve con el último Bugatti Veyron de la serie Leyendas. El Roadster, dedicado al fundador de la firma, Ettore Bugatti, tiene un capó hecho completamente de aluminio y por primera vez cuenta con un cuero de caballo especialmente tratado, según el jefe de la firma, Wolfgang Dürrheimer. «Y todas las piezas de adorno y de construcción, desde la parrilla hasta la silueta del elefante, están recubiertas de platino», agrega.
A diferencia del oro blanco en Citroën, este noble protector contra la oxidación sí estará en todos los vehículos de serie, aunque en el caso de Bugatti es más fácil, ya que la serie especial limitada a tres ejemplares cuesta al menos 2,8 millones de euros (3,5 millones de dólares).
Mientras que Citroën y Bugatti toman sus adornos de la cámara de seguridad, Peugeot renueva el interior del Exalt desde el cubo de basura. La consola media del elegante coupé no es de nogal o arce, sino de papel viejo. El nuevo material se llama Newspaperwood, afirma el portavoz de Peugeot, Ulrich Bethscheider-Kieser, que revela que se trata de un material reciclado no sólo respetuoso con el medio ambiente, sino que es tan similar a la madera que hasta se confunden.
«Dada la especial elaboración, al cortarlo incluso se ve algo parecido a los anillos anuales de la madera», afirma.
Este nuevo material puede ser muy interesante, pero su futuro en la construcción, como el de otros, es una incógnita, afirma Bethscheider-Kieser: «Aún no está previsto que estas consolas se usen en la producción en serie».
Por Thomas Geiger
