Washington, 6 jun (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguro hoy que volvería a realizar el intercambio del sargento Bowe Bergdahl por los cinco presos talibanes de la prisión de Guantánamo a pesar de las duras críticas por la posible deserción del joven y su falta de transparencia con el Congreso.
En su primera entrevista tras la liberación del sargento concedida a la cadena NBC desde Normandía (Francia), donde varios líderes mundiales se reunieron hoy para celebrar el 70° aniversario del Día D, Obama explicó el porqué de su decisión.
«Cuando una persona se pone el uniforme de nuestro país y está en un escenario de guerra y es capturado -dijo- haremos todo lo posible para traerlo a casa», reiteró el mandatario.
El presidente estadounidense ha recibido un aluvión de críticas por no haber notificado al Congreso la operación con los 30 días de antelación que indica la legislación, y por otra parte muchos han subrayado el riesgo que puede suponer la transferencia de esos cinco reos, al haber pertenecido a la cúpula talibán.
Sin embargo, la Administración alegó que el delicado estado de salud del sargento de 28 años, cautivo desde 2009, obligó a acelerar el intercambio mientras que sus secuestradores amenazaron con asesinarlo si se filtraba que iba a producirse la operación.
«Tuvimos que actuar con rapidez ante una situación delicada que requería que no se hiciera pública», añadió hoy el mandatario.
Sobre las críticas al acuerdo, el presidente señaló que la guerra en Afganistán está terminando, y que, por definición, «no se hacen intercambios de prisioneros con tus aliados, sino con tus enemigos».
«También es importante para nosotros reconocer que el proceso de transición de poner fin a una guerra va a implicar, en ocasiones, la liberación de gente en la que no podemos confiar, pero a la que no podemos condenar», agregó Obama.
«Esto es algo que volvería a hacer otra vez, y lo seguiré haciendo siempre que tenga la oportunidad si tengo a un miembro de nuestras Fuerzas Armadas en cautiverio, trataremos de liberarlo», insistió.
Las circunstancias de la captura de Bergdahl en 2009 también son motivo de controversia, y varios de sus compañeros han acusado al militar de ser un desertor, de haber obligado a desviar recursos para buscarlo y de ser responsable indirecto de la muerte de varios militares debido a su desaparición.
Según un informe elaborado por el Pentágono en 2010, Bergdahl abandonó su puesto en al menos una ocasión antes de su captura, y también se alejó de él voluntariamente la noche del 30 de junio, cuando fue capturado por los talibanes.
