Nueva York elige al sucesor de Bloomberg

ANALISIDIGITALNueva York, 3 nov (dpa) – Cuando depositen su voto para elegir a su futuro alcalde el 5 de noviembre, los neoyoquinos tendrán que optar entre un hombre que defiende el cambio y otro que alerta sobre el peligro de cambiar.

Se trata del demócrata y actual defensor del pueblo Bill de Blasio, de 52 años, y Joe Lhota, de 59 años, republicano y ex presidente hasta hace poco de la Oficina Metropolitana de Transportes.

El alcalde saliente, Michael Bloomberg, se ha ganado una amplia popularidad por la transformación de Nueva York en los 12 años de mandato y deja el listón muy alto a su sucesor.

Durante sus años de gobierno, el multimillonario Bloomberg utilizó su propio dinero para financiar su campaña y por ello se mantuvo libre de los compromisos con los donantes. Fue capaz de formar un equipo en base al talento y no con individuos elegidos para pagar favores.

Por eso, sea quien sea el que gane, los analistas creen que los grupos de lobby de la ciudad, que han financiado las campañas de ambos, tendrán una mayor influencia en las principales políticas.

Bloomberg consiguió resistir ampliamente las presiones de las corporaciones. Para mejorar la salud y proteger el medio ambiente, aumentó el coste del estacionamiento, reservó calzadas para la circulación de autobuses rápidos y convirtió a Nueva York en una ciudad más amable con las bicicletas.

También consiguió imponer una prohibición de fumar en restaurantes, bares y parques y llegó incluso a prohibir los refrescos gigantes en restaurantes, cines y puestos de comida rápida en un esfuerzo contra la obesidad que fue tumbado sin embargo por los tribunales.

Sin embargo, la brecha entre los que viven en Manhattan y quienes residen en los otros cuatro distritos de Nueva York aumentó durante el mandato de Bloomberg. Este hecho llevó a que algunos lo calificaran como el «alcalde de los blancos», que sólo constituyen un tercio de la población de la metrópolis.

Unos 1,17 millones de neoyorquinos -un 21,1 por ciento de la población de 8,3 millones- vive por debajo del umbral de pobreza, según la oficina del censo estadounidense. El alto coste de vida redujo la población de Manhattan a unos 1,6 millones de personas, mientras que un número mucho mayor se vio obligado a mudarse a barrios menos caros en los últimos diez años.

Bloomberg defiende con tozudez sus políticas económicas. En una entrevista en septiembre con el «New York Times» aseguró que los ingresos del «20 por ciento más pobre son mayores que en casi cualquier otra ciudad» en Estados Unidos.

Sin embargo, Bloomberg es polémico sobre todo por su política de seguridad. Mientras que él asegura que ha convertido a Nueva York en la ciudad más segura del país, los críticos -entre ellos De Blasio- afirman que su forma «agresiva» solamente ha conseguido alejar aún más a la policía de los ciudadanos.

De Blasio, que se autodenomina «el anti-Bloomberg», promete a los votantes imponer un impuesto a los residentes más ricos de la ciudad para financiar la educación en las guarderías y los programas para continuar la escuela.

Por el contrario, Lhota, que fue vicealcalde con Rudy Giuliani, llama a continuar con las políticas de Bloomberg en cuanto a seguridad, y también cree que cargar con impuestos a los más ricos provocará un éxodo de quienes más riqueza crean: empresas y bancos.

Después de 20 años de reinado de alcaldes republicanos -aunque Michael Bloomberg se presentó como independiente en su segunda legislatura-, la ciudad está más abierta a un candidato demócrata. En la actualidad, el número de demócratas registrados en Nueva York es de más de seis a uno respecto del de republicanos.

Más de una decena de candidatos acabaron tirando la toalla en la carrera por convertirse en el alcalde de la ciudad más influyente de Estados Unidos. Entre los más llamativos se cuentan Anthony Weiner, un ex congresista que envió fotos de su entrepierna a mujeres que nunca había conocido, y Christine Quinn, la presidenta del consejo municipal que es abiertamente homosexual. Los dos perdieron en las primarias.

El candidato del Partido Independiente Adolfo Carrión sigue adelante, pero las encuestas sólo le atribuyen un dos por ciento de la intención de voto.

Por Farhad Peikar