Montecarlo, 20 abr (dpa) – El español Rafael Nadal superó hoy de manera impecable el examen de Dominic Thiem, al que aplastó por 6-0 y 6-2 para avanzar a las semifinales del torneo de tenis de Montecarlo.
El tenista austríaco es el número siete del mundo y un especialista sobre arcilla. De hecho, es el último jugador que ha ganado a Nadal en esa superficie, en mayo de 2017.
Después de batir el jueves al serbio Novak Djokovic y con un gran currículum a la vista, Thiem se presentaba como una gran prueba para evaluar el nivel de Nadal, que volvió al circuito recientemente tras más de dos meses lesionado. Y el español solventó el asunto rápidamente.
«He jugado genial, muy bien, siendo agresivo con el revés, la derecha y al saque», dijo el mallorquín. «Me he defendido bien. He restado bien. No puedo decir mucho más. Ha sido un muy buen resultado contra un rival muy difícil», agregó.
Thiem ganó a Nadal en los cuartos de final de Roma 2017, la única derrota del español en polvo de ladrillo en sus últimos 32 partidos.
En ese lapso, el campeón de 16 Grand Slam ganó Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roland Garros y ahora va camino de levantar su undécimo título en el Principado.
«Siempre trabajo sin esperar cosas positivas o negativas. Solo trabajo todos los días tratando de jugar mejor que ayer, e intento jugar mejor mañana que hoy», analizó el español.
«Desde la silla puede parecer fácil. Para mí no es fácil. Tengo que trabajar todos los días y estar tranquilo cuando las cosas no van bien», expresó Nadal sobre su contundente triunfo.
Y es que el número uno del ranking mundial necesitó apenas 68 minutos para despachar a Thiem y clasificarse a semifinales. Ahí le espera el búlgaro Grigor Dimitrov, que había vencido antes al belga David Goffin por 6-4 y 7-6 (7-5).
Dimitrov, que luego hará pareja con Goffin en los cuartos de final de dobles, ha tenido dificultades en la arcilla en los últimos años, pero pudo cerrar un ajustado primer set antes de ganar el desempate en el segundo.
En cambio, las cosas no funcionaron para Marin Cilic, que perdió 6–4, 6–7 (1-7) y 6–3 con Kei Nishikori. El japonés, que volvió recientemente tras una lesión en la muñeca, encontró forma ante un rival de peso.
Nishikori, que llegó al cuarto lugar del ranking en 2015, mostró por momentos destellos de su mejor tenis ante el croata, que no pudo dominar con su saque y perdió en un partido se extendió casi tres horas.
En la semifinal, el nipón se medirá al alemán Alexander Zverev, que en otra dura batalla derrotó 4-6, 6-2 y 7-5 al francés Richard Gasquet.
El duelo, de dos horas y 40 minutos, fue el escenario de grandes intercambios entre Zverev y Gasquet, que en muchos momentos hizo gala de su formidable revés a una mano.
Sin embargo, el joven alemán, que hoy cumplió 21 años, se recuperó de un 0-2 en el set definitivo y ahora buscará acercarse a su tercer título en tierra batida.
«El tercer set fue muy intenso, con muchos momentos cerrados. Siento que en los momentos más cerrados ambos jugamos el mejor tenis», dijo el germano, que debió lidiar con el evidente apoyo del público a Gasquet. Él, no obstante, disfrutó el ambiente.
«Fue genial. Creo que siempre en el sur de Francia, o en Francia, cuando un jugador francés juega, siempre será una gran atmósfera», dijo Zverev. «Obviamente muchos espectadores estaban por él, como debía ser».