Managua, 1 sep (dpa) – La misión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) abandonó hoy Nicaragua a petición del Gobierno de Daniel Ortega y reafirmó que continuará «monitoreando la situación» del país desde Panamá.
«Continuaremos monitoreando la situación y acompañando las víctimas en su búsqueda de justicia y verdad desde la Oficina Regional en Panamá», dijo la misión a través de un tuit poco antes de abandonar el país el sábado.
«@OACNUDH agradece las muestras de apoyo recibidas en relación al trabajo desarrollado en #Nicaragua», agregó el mensaje.
La misión de OACNUDH se marchó luego que el Gobierno comunicara sorpresivamente el jueves a la misión diplomática que daba «por terminada» la visita iniciada el 24 de junio por invitación de la propia Cancillería nicaragüense.
La medida se hizo pública apenas 48 horas después que la OACNUDH emitiera un duro informe en el que acusó al Gobierno de ejercer «represión y represalias» en múltiples formas sobre la población, como detenciones arbitrarias, maltratos y vejámenes a personas detenidas desde que iniciaron las protestas en abril.
La salida de la misión OACNUDH continuó generando hoy fuertes críticas de distintos sectores del país y de organismos humanitarios.
La Fundación Bianca Jagger Pro Defensa de los Derechos Humanos expresó a través de un tuit que condenaba la decisión del Gobierno de Ortega y la consideró una «represalia a la publicación de su excelente reporte sobre la crisis de DDHH en #Nicaragua .
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Nicaragua condenó hoy la «salida forzada» de la misión de la OACNUDH del país, indicando que evidencia la falta de voluntad del Gobierno para buscar una salida pacífica a la grave crisis.
En un comunicado, la coalición, integrada por campesinos, empresarios, estudiantes y sociedad civil, refutó además el alegato oficialista para poner fin a la visita de la OACNUDH, indicando que las razones, causas y condiciones para la presencia de dicha misión no han cesado y siguen vigentes.
«La represión, las detenciones ilegales, la criminalización de la protesta, la provocación de la migración forzada y las condiciones deplorables de los presos políticos son producto de la violencia indiscriminada del régimen Ortega – (Rosario) Murillo», añadió el comunicado en referencia a la mujer de Ortega y vicepresidenta.
En tanto, el Gobierno de España manifestó por medio de su embajada en Managua su «preocupación y rechazo por (la) abrupta salida de Nicaragua del equipo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos».
En un comunicado, la Cancillería española insistió «en la importancia que tiene en Nicaragua la presencia de mecanismos internacionales y regionales de protección y supervisión de los derechos humanos y que estos puedan ejercer plenamente sus funciones» en el país.
Por su parte, la Unión Europa (UE) urgió hoy al Gobierno de Nicaragua a la reanudación del diálogo nacional y la implementación de las recomendaciones de la OACNUDH, en especial el desarme de grupos partidarios y la liberación de reos detenidos arbitrariamente.
En una declaración emitida por su vocero en Bruselas, la UE lamentó la decisión de suspender una misión del Alto Comisionado y señaló que ello «va en contra del objetivo de rendir cuentas por violaciones de derechos humanos y hacer justicia con las víctimas de la violencia».
La crisis en Nicaragua se inició el 18 de abril con una protesta de estudiantes y se agravó tras la violenta acción de la Policía y paramilitares contra manifestantes, que según ONGs de derechos humanos dejó hasta 450 muertos y 2.800 heridos. El Gobierno registra 198 muertes.