Mercedes busca contener a un enfurecido Hamilton

HAMILTONSepang (Malasia), 4 oct (dpa) – Acostumbrados a administrar los egos y la lucha encarnizada entre sus pilotos, los directivos de Mercedes se enfrentan a un nuevo desafío en el final de la temporada de Fórmula 1: contener a un Lewis Hamilton enfurecido por los reiterados problemas técnicos de su coche.

La rotura de su motor cuando lideraba el domingo el Gran Premio de Malasia a 15 vueltas del final acabó con la paciencia del piloto británico, que no ocultó su molestia ante los micrófonos e incluso deslizó teorías conspirativas.

«Alguien no quiere que gane este año, pero no me voy a rendir», dijo el tricampeón mundial, que echaba casi más humo que su Mercedes en Sepang.

«Simplemente no puedo creer que este motor se haya parado. Hemos hecho numerosos motores para pilotos, pero los míos son los únicos que fallan este año. Alguien tiene que darme algunas respuestas porque esto no es aceptable», se quejó.

La victoria, que parecía ya segura, le hubiera devuelto a Hamilton el primer lugar del campeonato por delante de su compañero Nico Rosberg. En cambio, con el abandono, el alemán pudo estirar a 23 puntos su diferencia a falta de cinco carreras.

«Lewis es un luchador, volverá igual de fuerte a Suzuka», lo elogió Rosberg, comprensivo con su compañero y gran rival.

La mecha, sin embargo, ya está encendida y Mercedes apenas tiene tiempo para apagarla, ya que este fin de semana se disputará el Gran Premio de Japón.

La victoria del australiano Daniel Ricciardo, que fue escoltado por su compañero de Red Bull, el holandés Max Verstappen, fue secundaria para los medios británicos e internacionales, que el lunes dedicaron los principales titulares a la furia del campeón mundial.

«Hamilton enciende la mecha en el calor de Sepang», observó el diario «The Daily Telegraph». Y el «New Straits Times», periódico inglés editado en Malasia, sentenció: «Lewis denuncia sabotaje».

Niki Lauda, presidente del consejo de vigilancia del equipo, consideró «ridícula» la idea de una conspiración contra Hamilton -que también apuntó a «poderes más altos»- para que pueda haber un nuevo campeón.

«No hemos hecho nada contra él. Tenemos a gente trabajando para él y estamos orgullosos de él. Estas cosas pasan», señaló el ex piloto. «Lo voy a llevar a Japón en mi avión. Espero poder animarlo. El campeonato finaliza cuando se acaba la última carrera. Veintitrés puntos son muchos, pero nunca se sabe», añadió.

Toto Wolff, el jefe de deportes de motos de Mercedes, se mostró comprensivo con la molestia de Hamilton. «Le fallamos a Lewis», reconoció y prometió «mover cielo y tierra» para descubrir el problema, al que por ahora no le encuentra una explicación racional. «Pero este es un deporte técnico, estas cosas pueden pasar. Eso lo sabe Lewis», aclaró.

El problema es que Hamilton dispone apenas de dos motores para el resto de la temporada, y uno de ellos luce bastante gastado ya. «Quiero saber si estos motores aguantarán y qué es lo que debo hacer», lanzó el británico.

Rosberg, sin embargo, recordó que él también tuvo problemas en el pasado. «Comprendo lo que Lewis está sintiendo, yo también estuve en esa situación en el pasado», indicó el subcampeón de las últimas dos temporadas, quien más allá de las quejas y problemas de su compañero sólo tiene un objetivo en mente: ser por primera vez campeón de la Fórmula 1.

Por Christian Hollmann