Toulouse (Francia) (dpa) – 1969 marcó un hito en la historia de la industria europea: hace 50 años nació la compañía Airbus con la firma de un acuerdo entre Francia y Alemania.
En las décadas siguientes, Airbus llegó a ser un modelo de éxito y logró consolidarse como el principal competidor de la estadounidense Boeing en el mercado global de aviones comerciales de gran capacidad.
Debido a la actual crisis por la que atraviesa su rival de Estados Unidos tras el accidente de dos aviones y la prohibición de vuelos del Boeing 737 Max, en el año de su aniversario Airbus podría convertirse en el mayor fabricante de aviones del mundo.
Todo comenzó en 1965, cuando las empresas alemanas Messerschmitt, Bölkow, Dornier-Werke, Hamburger Flugzeugbau y Vereinigte Flugtechnische Werke fundaron el consorcio de aviación Airbus para competir con los fabricantes estadounidenses Boeing y McDonnell Douglas.
El nombre de Airbus (literalmente «aerobús») fue en aquel momento motivo de burla. La idea de los alemanes se basaba, en efecto, en el autobús: embarque y desembarque simultáneos, tarifas aéreas bajas, procesos rápidos.
Sin embargo, casi ninguna de estas ideas se aplicó más tarde, ya que para ello habría sido necesaria una reforma de los aeropuertos y de la infraestructura que hubiera costado miles de millones.
La fusión con la francesa Aérospatiale se considera la fecha de fundación definitiva de Airbus. El 29 de mayo de 1969, el entonces titular alemán de Economía, Karl Schiller, y el ministro francés de Transportes, Jean Chamant, firmaron el acuerdo que se ajustaba plenamente a la unificación europea.
En octubre de 1971 los españoles se sumaron al proyecto.
La ciudad de Toulouse, en el sur de Francia, fue elegida como sede principal; el primer jefe de producción fue el alemán Felix Kracht.
El semanario alemán «Die Zeit» lo describió en 1979 de la siguiente manera: «Parece un francés nativo: el cigarrillo Gauloise no se le cae de la boca cuando habla». Para trabajar en la planta de Airbus en Toulouse no se necesitaba un pasaporte francés, sino capacidad, añadió el periódico.
El primer modelo que fabricó el consorcio en su planta de Toulouse fue el A300, un avión de fuselaje ancho para largas y medianas distancias.
Si bien la aeronave se considera hoy en día un hito en la internacionalización de la construcción aeronáutica, en aquella época no fue un éxito inmediato. La revista alemana «Der Spiegel» lo describió como «un avión provinciano de tamaño desmesurado».
Al principio, este avión de pasajeros con 250 a 300 plazas apenas encontraba compradores, a pesar de que en aquel entonces el competidor Boeing no tenía nada comparable que ofrecer en este segmento.
Franz Josef Strauss, emblemático político alemán de la Unión Cristianosocial de Baviera (CSU), asumió en 1970 la presidencia del Consejo de Supervisión de Airbus y nunca dejó de promocionar el avión en sus viajes.
Finalmente, la compra de varios aviones por parte de una aerolínea estadounidense marcó un punto de inflexión en las ventas.
En 1979 los británicos se unieron a Airbus. El Reino Unido concentra actualmente casi toda la producción de alas. A lo largo de las décadas, Airbus no dejó de introducir avances técnicos, inicialmente controvertidos, pero que lograron prevalecer en el mercado.
Uno de ellos es la tecnología «fly-by-wire» para aviones de pasajeros. Este control electrónico de vuelo es ahora estándar en las cabinas de mando modernas.
En 2000, Alemania, Francia y España fusionaron la mayor parte de sus actividades aeroespaciales civiles y militares y crearon el mayor grupo aeroespacial y de defensa de Europa.
La nueva empresa recibió el nombre de Aeronautic Defense and Space Company (EADS). EADS nunca logró establecer una marca fuerte y finalmente fue radicalmente reconstruida y bautizada con el nombre de su filial más importante: Airbus Group.
La segunda planta de ensamblaje más grande del mundo de Airbus está en Alemania, en las afueras de Hamburgo. En la sede de Hamburgo-Finkenwerder trabajan más de 13.000 personas.
En Hamburgo se realiza el ensamblado y equipamiento de la familia A320: de aquí procede más de la mitad de todos los aviones de este modelo producidos anualmente.
Allí se producen además partes del fuselaje y se equipa la cabina del A380, el avión de pasajeros más grande del mundo. Airbus es uno de los mayores creadores de empleo de Alemania y cuenta con más de 46.000 empleados en 27 delegaciones.
Aunque la historia de las empresas fundadoras de Airbus se remonta a muchos años, el Grupo Airbus no tiene ni la mitad de edad que su rival Boeing, que celebró su centenario en 2016.
A comienzos de este siglo Airbus registró por primera vez más pedidos que Boeing, y en 2018 los europeos entregaron 800 aeronaves comerciales, solo seis menos que su competidor.
El avión gigante A380 fue el que menos contribuyó a este ascenso. En el caso del avión de dos cubiertas, que sustituyó al «Jumbo» de Boeing como el mayor avión de pasajeros del mundo a principios del milenio, Airbus cometió un error de cálculo: ante la falta de nuevos pedidos, la dirección anunció el final de la producción para febrero de 2021.
La serie A320 de aeronaves de gama media fabricadas por Airbus desde los años ochenta fue en su momento un verdadero éxito de ventas. Su nueva versión A320neo, con motores más grandes y más eficientes en cuanto al consumo de combustible, logró desplazar al Boeing 737 de su dominio en el segmento de mayores ventas. La cartera de pedidos acumulados para este modelo le garantiza a Airbus la producción de los próximos años.
En respuesta al A320neo, la junta directiva de Boeing aprobó un proyecto para competir con su rival europeo, denominado Boeing 737 MAX, pero este paso terminó en un desastre.
Dos aviones de este modelo se estrellaron y dejaron un saldo de 346 muertos. Los accidentes fueron atribuidos a fallos en el software del simulador de vuelo. Desde mediados de marzo está en vigor una prohibición mundial de vuelos con aviones de este tipo. Las entregas han sido detenidas y se redujo la producción.
La reacción de los directivos de Airbus ante estos siniestros no tuvo tintes de burla hacia su competidor: «No soy nadie para decir que esto no nos puede pasar a nosotros», aseveró Tom Enders, CEO de Airbus, poco antes de ceder la gestión del grupo al francés Guillaume Faury en abril.
Enders ha dejado mucho trabajo para su sucesor. Airbus está siendo investigado desde diciembre de 2018 por varios casos de corrupción abiertos en Francia y el Reino Unido.
En 2019, Airbus podría superar en entregas a Boeing, pero se trataría de una victoria con sabor amargo.
Sin embargo, a pesar de los problemas en torno al A380 y los sobrecostes y retrasos del transportador militar A400M, los europeos habrían logrado finalmente su objetivo de ser líderes mundiales en el mercado de aviones comerciales.
Por Steffen Weyer y Julia Naue (dpa)
Foto: Daniel Bockwoldt/dpa