Medidas higiénicas para evitar contagios en escuelas y guarderías

La Covid-19 está cambiando nuestras costumbres y obligándonos a adaptar nuestra forma de vida. Más allá de las recomendaciones habituales para evitar tener contacto con el virus, la crisis sanitaria en la que estamos en este momento hace que sea necesario también una serie de medidas preventivas en zonas como las guarderías y escuelas infantiles.

Minimizar el contacto entre los alumnos

En la medida de lo posible se debe intentar minimizar el contacto entre los propios alumnos, así como su relación entre ellos. Para ello, entre otros aspectos, se debe modificar la forma en la que se disponen las aulas, sus calendarios y horarios de entrada y salida para escalonar estas acciones en una misma zona y evitar aglutinamientos. Los grupos burbuja deben ser lo más pequeños posibles y siempre deben estar conformados por las mismas personas, por lo que deben ser grupos estables.

Esto debe ser extensible al momento en el que los niños salgan al patio. De este modo, aunque estén jugando tendrán que hacerlo sólo entre los niños que forman parte de su burbuja social.

La ventilación es una de las claves

Resulta muy importante ser capaz de asegurar una buena renovación del aire. Resulta clave tener una ventilación correcta en las aulas, con ventanas abiertas y en la medida de lo posible priorizar las actividades al aire libre. Del mismo modo es fundamental vigilar los síntomas que puedan presentar los niños, por si algún pequeño tiene tos, dificultad para respirar o muchos mocos.

Evitar los juguetes de uso común

En los cursos más bajos tradicionalmente los niños llevaban algún juguete de su casa y no pasaba nada pero con la pandemia este hábito no puede ser. Es más, con los juguetes que hay en el propio centro o guardería hay que tener especial atención. Estos artículos tendrán que ser higienizados y desinfectados entre usos cada vez que pase de un grupo a otro. Y, como decimos, salvo por algo justificado se debe evitar portar objetos ya desde casa.

Reducir los encuentros entre padres y personal 

Reducir contactos entre padres y personal al llevar a los niños al colegio. Para ello lo mejor es escalonar los horarios de entrada, los turnos si se tiene cualquier pregunta de cara a una tutoría, etc. También hay que apostar por usar las vías no presenciales como las reuniones telemáticas, por teléfono, etc.

Otras medidas adicionales

Más allá de las medidas que hemos visto hay una serie de opciones que harían todavía la experiencia en guardería o en el golegio más segura y pasan por tener una gran disciplina. Por ejemplo, una de ellas sería dejar siempre todo el material que usan los pequeños en el colegio. Así se evitan que vaya de una casa al cole y esto multiplicado por todas las familias. Un modo de reducir contactos innecesarios con determinados materiales que son fundamentales es dejando siempre, en la medida de lo posible, todo lo que los pequeños van a usar en la misma clase.

Por supuesto, el lavado de manos periódico también en el colegio o en la guardería es fundamental y que mantengan la distancia necesaria entre grupo burburja y grupo burbuja. Así lo que se conseguirá es mantener la higiene necesaria además de reducir la cadena de contactos, algo fundamental de cara a evitar contagios.

Manejar el estrés

Según las recomendaciones de la doctora Clara Muñoz, especialista en Biomedicina, en el caso de los padres es clave saber manejar el estrés que surge en estas situaciones. Por un lado está la difícil situación que nos encontramos en la propia pandemia y que genera ansiedad por no saber cuánto tiempo durará esta situación y las incógnitas que van asociadas a ella y, por otro, el separarse de los niños tan pequeños que siempre ha sido motivo de inquietud. 

La ansiedad por la separación de los niños pequeños cuando van al cole es algo normal y va remitiendo con el niño, el tiempo que dura dependerá de cada pequeños y del modo de actuar con el que lo afronten los progenitores. En algunas ocasiones, y en función del propio temperamento del niño, puede ir desde la primera infancia hasta los primeros cursos de primaria. Y en cualquier caso el niño ante retos o cambios siempre se puede encontrar en momentos de estrés si no tolera bien las etapas de cambio y los padres deben ver esto e intentar transmitir tranquilidad y calma para que la adaptación sea lo mejor posible, sobre todo en un momento como este.