La onda epidémica de la gripe ha afectado este año a un 2,9% de la población asturiana, lo que equivale a unas 30.225 personas, en una temporada muy poco habitual, según datos de la Consejería de Sanidad.
La epidemia comenzó a principios de enero (semana 2/2016), se mantuvo hasta finales de marzo (12/2016) y alcanzó su máximo en la segunda semana de febrero (6/2016). El comportamiento ha sido muy poco corriente, caracterizado por una evolución en dientes de sierra, con aumentos y descensos sobre una onda general de baja intensidad, pero más prolongada en el tiempo de lo habitual.
El período de vigilancia centinela de la gripe se inició en octubre (semana 40/2015) y desde entonces hasta la semana 14/2016, la incidencia acumulada detectada en las consultas de Atención Primaria fue de 2.924 casos por 100.000 habitantes (un 2,9% de la población), lo que supone una estimación de 30.225 personas en total.
Como es habitual, la mayor incidencia se produjo entre menores de 5 años, con un 6,6% de la población afectada, y fue más baja en los colectivos de edades superiores: un 5,2% entre los niños de 5 a 14 años, un 2% entre las personas de 15 a 64 y un 6% a partir de los 65.
El virus pandémico A (H1N1) ha sido el predominante. Se detectó a partir de la semana 46/2015 y ha circulado durante toda la temporada conjuntamente con el virus B, que ganó presencia a partir del máximo de actividad gripal y llegó predominar en las últimas semanas.
La vigilancia de casos graves hospitalizados confirmados de gripe se realiza de forma centinela únicamente entre los ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Hasta la pasada semana se notificaron 56 casos graves, con una tasa de 16,8 casos por 100.000 habitantes; de ellos, el 41% requirió ingreso en la UCI (23) y hay 5 fallecidos (9%). Si se toman como referencia estos datos, se estima que en toda la comunidad se han producido alrededor de 175 casos graves hospitalizados, 72 ingresados en UCI y unos 16 fallecimientos.
El 64% de los casos graves afectaron a menores de 65 años y un 48% a personas de entre 25 y 64. La mayoría de los afectados por un proceso gripal severo, concretamente el 64%, presentaba algún factor de riesgo, principalmente enfermedades cardiovasculares, pero solo el 11% consta como vacunado.
A pesar de que la onda epidémica ya ha finalizado, la Consejería de Sanidad sigue atenta a la evolución de la infección.