Marina García, una bracista española en la Universidad de Berkeley

6554219wBarcelona, 13 ago (EE).- Seguramente la nadadora Marina García (Barcelona, 1994) no tiene la visibilidad mediática de los hermanos Gasol y de Ricky Rubio, pero si en algo se asemeja su historia a la de las estrellas españolas de la NBA es que también vive en Estados Unidos.

Concretamente en el campus de la Universidad de Berkeley, cerca de San Francisco, donde gracias a una prestigiosa beca completa su formación académica en ‘Public Health’ (Sanidad Pública) y continúa su carrera como nadadora, su gran pasión.

Esta barcelonesa, que participará en la prueba de los 100 metros braza en los Europeos de natación que dan el pistoletazo de salida hoy en Berlín, ha vivido con intensidad el primero de los cuatro años de su aventura estadounidense, una experiencia «muy positiva», tanto a nivel personal como deportivo.

«He hecho la preparación del Europeo en España, pero en Estados Unidos he ganado detalles que físicamente no tenía», explica en una entrevista con Efe antes de viajar con la expedición española rumbo a Berlín.

En EE.UU., Marina compite cada fin de semana contra otras universidades en piscina de 25 yardas, una distancia más corta a la que estaba acostumbrada a nadar en España.

«Hay detalles que físicamente en España no se trabajan y en Estados Unidos se tienen que practicar, porque se compite en una piscina más corta. Estoy mejorando en algunos puntos débiles que tenía», relata.

Además de las mejoras físicas, considera, asimismo, que ha ganado en fortaleza mental gracias a la «constancia» competitiva de los estadounidenses: «He mejorado mucho en aspectos psicológicos, sobre todo, en cómo afronto una competición. Estoy mucho más segura de mis posibilidades».

Acostumbrada a estar lejos de su familia -desde los 16 años vive fuera de casa-, a Marina le han sorprendido los «valores de equipo» de los estadounidenses en un deporte tan individualista como la natación.

«En Estados Unidos el nadador está más considerado. Se trabaja muy diferente entre un deportista profesional y amateur», agrega la bracista catalana, quien opina que el sistema universitario es muy «bueno» para jóvenes deportistas que quieran ampliar sus estudios y seguir compitiendo.

En Berkeley García estudia ‘Public Health’ para «en un futuro» especializarse en fisioterapia. Consciente de que en España los nadadores cuentan con pocas ayudas para mantenerse en la élite, agradece que en su país de acogida sea factible estudiar y practicar deporte.

«Allí (en EE.UU.) ante todo somos estudiantes y después deportistas, y eso es lo que permite compatibilizar el deporte con el estudio. Los horarios de entrenamiento están adaptados a los horarios de universidad. En España eso sería imposible», lamenta.

Por ello, no se arrepiente de haber optado a una de las becas más exigentes y selectas del mundo de la natación: «Lo recomiendo a todos los que tengan una oportunidad de ir a Estados Unidos, siempre y cuando accedan a una buena universidad. Si se tiene la oportunidad de entrar en un buen sistema, es una gran experiencia».

Después de los Europeos de Berlín, Marina García regresará a San Francisco para reencontrarse con su «otra familia». Afrontará su segundo año lejos de casa con la intención de seguir estudiando y mejorando técnicamente y físicamente con vistas a su otro gran reto: los Juegos Olímpicos de 2016.

«Siempre tengo los Juegos Olímpicos en el horizonte. Cada Mundial, cada Europeo es una oportunidad para crecer, mejorar y afrontar la preparación para Río de Janeiro a un buen nivel», enfatiza.

Víctor Martí