Madrid, 30 may (dpa) – La máxima de Mariano Rajoy en política es esperar. Resistir. Dejar que el tiempo ponga cada cosa en su sitio sin tomar decisiones precipitadas. Está por ver si esta estrategia le da resultado esta semana ante la moción de censura a la que se enfrenta, que podría desbancarle del Gobierno de España.
El líder del Partido Popular (PP) ha logrado hasta ahora esquivar los problemas surgidos en su entorno y seguir al frente del Gobierno, aunque en los últimos tiempos cada vez son más las voces que lo cuestionan, tanto fuera como dentro de su formación.
Las polémicas medidas que tomó durante la crisis económica y después la corrupción y la situación en Cataluña han ido desgastando su imagen, que nunca fue especialmente carismática.
Llegó por primera vez a la presidencia en 2011 tras una larga trayectoria política: empezó como diputado regional en Galicia, su tierra natal, y alcanzó lo más alto décadas después tras perder dos elecciones generales ante el Partido Socialista (PSOE).
Tras las elecciones generales de 2015, no logró formar Gobierno y se vio abocado, junto con el resto de líderes políticos, a concurrir de nuevo a las urnas en una situación sin precedentes en España.
Tras ganar de nuevo sin mayoría absoluta, los socialistas le dieron luz verde para liderar otra legislatura a través de su abstención en la votación de investidura. La guerra fratricida desatada entonces en el Partido Socialista (PSOE) le puso en bandeja la presidencia del Gobierno sin contrapartidas a cambio.
Rajoy (Santiago de Compostela, 1955) creció, estudió y dio sus primeros pasos en política en la ciudad gallega de Pontevedra.
Con fama de buen estudiante y meticuloso, se licenció en Derecho en 1977 y un año después se convirtió en el registrador de la propiedad más joven de España al aprobar una oposición.
Inició su carrera política a principios de los años 80, cuando fue elegido diputado por el partido Alianza Popular, precedente del PP. En 1989 se convirtió en la «mano derecha» de José María Aznar, en cuyo Gobierno fue ministro de Administraciones Públicas, Educación e Interior, además de vicepresidente.
Su elección como líder del PP en 2003 fue controvertida, ya que fue designado directamente y sin debate interno.
Aunque partía con esperanzas de convertirse en jefe del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero frustró sus planes al ganar las elecciones generales de 2004 tres días después de los atentados islamistas que mataron a casi 200 personas en Madrid.
Los que le conocen, destacan su sentido del humor y su carácter sarcástico, que se cuela en algunas de sus intervenciones en el Congreso de los Diputados. Pero es de sobra conocida su «alergia» a los micrófonos y a las cámaras.
Con su característica barba y sus gafas, el que fuera el «soltero de oro» del PP contrajo matrimonio en 1996 con Elvira Fernández, una mujer diez años menor que él con la que tiene dos hijos.