Mariano Rajoy : Dos años de ajustes y recortes en España

rajoyMadrid, 19 dic (dpa) – «Soy presidente del gobierno». Aquel 21 de diciembre de 2011, Mariano Rajoy escribía esta frase en Twitter tras jurar su cargo ante el rey Juan Carlos. Celebraba a su manera, siempre contenida, su llegada a La Moncloa, y asumía la tarea hercúlea de sacar a España de su peor crisis económica.

Dos años después, la crisis continúa. Pero en el ecuador de su mandato se empiezan a ver signos de mejoría tras las duras medidas que han hecho caer en picado las proyecciones electorales de su Partido Popular (PP).

Rajoy aplicó el programa de ajustes y recortes más duro en la historia de la democracia española: decenas de miles de millones, muchos de ellos recortados en pilares básicos del Estado del bienestar como la sanidad y la educación.

La izquierda lo acusó de dejarse gobernar por Angela Merkel, pero él convenció con su programa a los mercados y consiguió quizá su mayor logro: el de evitar un rescate a España como el de Grecia o Portugal.

Bastó con el rescate a los bancos, con agujeros por el estallido de la burbuja inmobiliaria. De los 100.000 millones de euros que ofreció en Eurogrupo «solo» se utilizaron poco más de 40.000.

Rajoy comparte con Merkel la importancia que da a las reformas estructurales para ganar competitividad, pero no los ritmos. «Ha habido demasiada urgencia y poca flexibilidad», decía un miembro del gobierno. Las reformas, no obstante, recibieron el apoyo alemán.

«Con España e Irlanda tenemos a dos países que pueden recoger los frutos de sus reformas. Demuestra lo mucho que se hizo en estos países. Solo puedo felicitarlos», decía Merkel al estrenar el jueves su tercer mandato consecutivo.

En estos dos años difíciles, Rajoy fue la envidia de algún colega europeo: daba igual la magnitud de los los ajustes, podía aprobar lo que quisiera. Porque en las elecciones de un mes antes de aquel 21 de diciembre en el que tuiteaba que ya era presidente del gobierno había conseguido una mayoría parlamentaria absolutísima. «El gobierno es estable y eso es muy importante», dice ahora uno de sus miembros.

La economía española salió de su recesión más larga en el tercer trimestre de este año y en los últimos meses se ven datos que llevan a gobierno, empresarios y a algunos expertos a proclamar el comienzo del fin de la crisis. «Lo peor ya pasó», ha dicho Rajoy. La previsión oficial del gobierno es que la economía crezca un 0,7 por ciento el año que viene. Pero el Ejecutivo espera un crecimiento algo mayor.

El desempleo, sin embargo, sigue disparado. En estos dos años se han perdido cerca de un millón de puestos de trabajo. Y el jefe del Ejecutivo asume que el gran problema de España es el paro, sobre todo el juvenil, que supera con creces el 50 por ciento.

En el tercer trimestre de este año, la tasa de desempleo rozaba el 26 por ciento y el número de desempleados estaba por encima de los 5,9 millones. El propósito de Rajoy es que la legislatura termine en 2015 con menos desempleo que el que encontró hace dos años: 4,98 millones de trabajadores sin trabajo, un 21,52 por ciento.

De cara a los dos años que tiene aún por delante, Rajoy parece tranquilo. Si se confirma la recuperación económica, a él y a su partido se les abre la posibilidad de cosechar lo sembrado, tras dos años en los que la caída en las encuestas ha sido en picado.

A la dureza de los ajustes y al incumplimiento de su programa electoral, por ejemplo con la subida de impuestos, se unió a inicios de 2013 el escándalo de la presunta financiación ilegal del PP.

Un cóctel explosivo en los sondeos de proyección de voto, en los que sin embargo sigue por delante de un Partido Socialista (PSOE) a la deriva desde las elecciones que perdió hace dos años.

Seguro de la mejoría económica, Rajoy prepara una segunda mitad de legislatura más política, con guiños al ala más conservadora de su electorado, enojada por asuntos como el acatamiento de la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo contra la «doctrina Parot» por la que miembros de ETA están siendo excarcelados.

Ahí se enmarca la nueva ley del aborto, que lo restringirá, o la ley de seguridad, con medidas muy polémicas. Aunque también está pendiente la reforma de las pensiones, muy delicada.

La primera prueba llega en mayo de 2014 con los comicios europeos, donde el PP podría enfrentarse a un gran voto de castigo al gobierno.

De ser así, a Rajoy aún le quedará un año y medio de tiempo, en el que no podrá perder de vista que la reválida de la victoria en las elecciones de 2015 tendría que pasar inevitablemente no solo por la recuperación de la economía, sino también por la percepción de esa mejoría por parte los españoles.

Por Sara Barderas