Marcas azules en el bebé: La hemofilia puede ocasionar hematomas

Foto: Andrea Warnecke/dpa-tmn

(dpa) – Si la sangre fluye largo tiempo después de una lesión, esto puede deberse a un trastorno de coagulación de la sangre, la hemofilia. Esta se presenta frecuentemente en su modalidad grave ya en bebés y niños pequeños.

Los bebés muy fácilmente se hacen hematomas, según apunta el Instituto alemán para la Calidad y Rentabilidad en el Sistema de Salud (IQWiG) en su página web.

En caso de una hemofilia grave, frecuentemente aparecen hemorragias sin una razón reconocible, especialmente en diversos miembros o en músculos de brazos y piernas.

Las primeras hemorragias suelen producirse cuando estos niños dan sus primeros pasos. Y, por el movimiento, sus miembros y músculos se ven más fuertemente afectados.

En caso que esto suceda de manera reiterada, la articulación puede deformarse o enrigidecer, hasta que se produce su lenta destrucción. Especialmente peligrosas son las hemorragias cerebrales o abdominales, así como en boca y garganta.

POSIBILIDADES DE TRATAMIENTO DE LA HEMOFILIA

En la mayoría de los casos el trastorno en la coagulación es hereditario. Para el tratamiento puede reemplazarse con inyecciones el factor de coagulación faltante.

Quien padezca dolores puede tomar medicamentos como el ibuprofeno. Lo importante es que los analgésicos elegidos no afecten la coagulación sanguínea. Por ejemplo el ácido acetilsalicílico (AAS) no resulta apropiado para quienes padecen esta dolencia.

Actualmente, sin embargo, la enfermedad ya no restringe la vida de los enfermos tan fuertemente como en el pasado. Los especialistas explican que está permitido todo lo que no afecte demasiado las articulaciones o acarree un muy elevado riesgo de lesiones.

El grado de resistencia depende de la intensidad de la tendencia a hemorragias y del desarrollo del tratamiento. Si el paciente no está seguro de qué ejercicios puede afrontar su cuerpo, debe consultar al respecto a su médico.