Por Andrea Abrell (dpa) – Cenicienta y Greta Garbo tenían algo en común: el cutis perfecto, tan deseado por tantas mujeres. Sin embargo, son verdaderamente muy pocas las que tienen una piel que se mantiene perfecta con sólo un poco de ayuda. Lo común son las arrugas y líneas finas, las irregularidades y enrojecimientos, pero quien pese a todo quiera tener una tez uniforme tiene todavía un aliado: la base de maquillaje.
Las bases no sólo perfeccionan el cutis, sino que algunas tienen partículas microscópicas y reflectantes que aportan a la piel cansada una nueva luminosidad. Otras incluyen compuestos antiedad destinados a suavizar los signos en envejecimiento. Al mismo tiempo, otras disponen de elementos hidratantes. «Estas bases de maquillaje ‘high tech’ están hoy muy cotizadas», afirma Peter Schmidinger, de la agrupación de fabricantes cosméticos VKE en Berlín.
Para cada tipo de piel hay el producto adecuado: Ideal para pieles aceitosas y mixtas son por ejemplo los productos con ingredientes matificantes, que impiden que surjan brillos en la llamada «zona T» compuesta por frente, nariz y mentón. La piel seca requiere por el contrario un producto enriquecido con mucha hidratación. Un caso aparte es la piel sensible, que reacciona rápidamente con irritaciones.
En estos casos, la dermatóloga Uta Schlossberger recomienda los llamados maquillajes minerales. «En lugar de colorantes sintéticos, estos productos incluyen pigmentos extraídos de minerales. El maquillaje mineral tampoco suele tener perfumes ni conservantes», explica la dermatóloga. Sus ingredientes principales son el dióxido de titanio y el óxido de zinc, que protegen de radiaciones UVA perjudiciales.
Los minerales pulverizados procesan además la luz de manera beneficiosa, de forma que el rostro se vea más uniforme, y tienen sobre todo una gran ventaja: «La alta opacidad del maquillaje mineral hace desaparecer las impurezas de la piel y las rojeces, y eso sin el llamado efecto espátula. Las nuevas bases minerales son especialmente para pieles sensibles una buena alternativa para el maquillaje convencional. El polvo fino disimula las rojeces y los granos por la adición de zinc y magnesio relajantes para la piel y con ello no tapa los poros», explica Schlossberger.
También el tono de piel es importante a la hora de elegir una base de maquillaje. Los tonos de piel están divididos en seis tipos principales: El tipo 1 es muy claro y tiene pelo claro o rojizo, mientras que el tipo 2 tiene también piel clara y los cabellos son rubios o castaños claros. En Centroeuropa predomina el tipo 3, el de un color de piel medio con pelo castaño oscuro o claro, mientras que el tipo 4 concuerda más bien con el tipo mediterráneo, con un tono de piel más bien marrón y pelo oscuro. Los tipos de piel oscura 5 y 6 se encuentran más bien en los países árabes, África o América.
«La mayoría de cutis son una mezcla», explica el maquillador Horst Kirchberger de Múnich, quien considera que el mejor lugar para ver si el tono de la base armoniza con nuestra piel es el cuello o el antebrazo, a la luz del día.
Desde hace un tiempo, la llamada crema BB hace furor. Las siglas significan «Blemish Balm» y la crema parece ser capaz de todo: Sus finas partículas de silicona uniformizan la piel y suavizan los poros. Estos productos suelen contener también un corrector que disimula las ojeras, así como un protector solar y un factor hidratante.
En lo relativo a la opacidad, las cremas BB están entre una crema de día con colorante y una base de maquillaje clásica. «Compensan más que opacan», dice Kirchberger.
Lo que las hace tan populares es más bien otra cosa: «Son especialmente fáciles de usar», afirma Peter Schmidinger.