Copenhague, 12 feb (EFE).- El escritor sueco Henning Mankell calificó hoy de «descenso a los infiernos» los días posteriores a que le diagnosticaran un cáncer, en la primera columna en el diario Göteborgs-Posten en la que relata su lucha contra la enfermedad.
«Sólo recuerdo ese período como una niebla, un escalofrío mental estremecedor que de vez en cuando derivó en fiebre imaginaria. Cortos y claros momentos de desesperación. Y toda la oposición que podía movilizar con mi voluntad», señaló Mankell.
El creador de la popular saga de novela policiaca del detective Kurt Wallander tildó de «prolongada pesadilla» el tiempo en que fue sometido a varias pruebas para determinar la naturaleza de los tumores, en el cuello y en un pulmón, y el tratamiento a seguir.
«No hay nada que hacer para evitar que esta espera sea difícil, en parte insoportable. Esta espera es necesaria», escribió Mankell, aliviado al descubrir que el cáncer no se ha extendido al cerebro.
Mankell, que lee todo lo que puede sobre la enfermedad, aseguró que ha superado la «prolongada pesadilla» inicial y que ha «salido del agujero», aunque sabe que la lucha apenas ha empezado.
«Una primera espera ha acabado. Ahora comienza la resistencia contra mis tumores. Usando un símil bélico, es como si la caballería finalmente se lanzase al ataque desde los límites del bosque contra los enemigos que han invadido mi cuerpo», relató.
El escritor sueco admitió que ahora siente que es él quien está «a la ofensiva».
«Comprensión de una espera necesaria» es el primer artículo sobre su cáncer de Mankell, que hace dos semanas reveló a este diario su enfermedad y su deseo de escribir periódicamente sobre ella.
Mankell, de 66 años, lanzó su primera novela, «Bergsprängaren» (El rompedor de rocas), en 1973, y casi dos décadas después, publicó la primera de la exitosa serie protagonizada por el inspector Wallander, que también ha sido llevada a la televisión.
Casado con Eva Bergman, hija del cineasta sueco Ingmar Bergman, Mankell ha escrito, aparte de la serie de Wallander, una veintena de novelas, una docena de libros infantiles y es un respetado dramaturgo en su país, además de activista de izquierdas.
Desde que hizo su primer viaje a África hace cuatro décadas, Mankell reside entre Suecia y este continente.