(dpa) – Articulaciones hinchadas, rígidas por la mañana y que duelen con cada movimiento: la artrosis ya no es una enfermedad que afecte únicamente a las personas mayores.
«El propio peso corporal es el factor de riesgo más importante y controlable», señala Martin Rinio, director médico de la Clínica Articular de Gundelfingen, en Alemania.
Una dieta equilibrada con abundantes ácidos grasos omega-3 ayuda a prevenir la enfermedad. Estos se encuentran, por ejemplo, en el pescado o en el aceite de linaza. El consumo regular de cebolla y ajo también reduce el riesgo de enfermedades articulares.
El deporte es otro remedio probado para tener unas articulaciones sanas. «Manténgase lo más activo posible, incluso con artrosis de cadera, pero sin forzar demasiado las articulaciones», aconseja Rinio.
El ejercicio ligero, como caminar, nadar o montar en bicicleta, fortalece ligamentos, articulaciones y tendones.
Según el experto, aquellos para quienes la prevención llega demasiado tarde no deben esperar demasiado para acudir al médico. El dolor de cadera, por ejemplo, es una seria señal de que el cartílago ya está dañado.
El calor puede aliviarlo rápidamente. El dolor aumenta sobre todo en la estación fría, porque el metabolismo se ralentiza. Los baños o compresas calientes pueden aflojar el tejido y neutralizar el exceso de ácidos en el tejido conjuntivo.
El tabaco y el sobrepeso hacen que incluso los jóvenes padezcan artrosis. La prevención puede merecer la pena.