(dpa) – El defensa de 19 años Luca Beckenbauer, que aspira a seguir los pasos del «Kaiser» en la Bundesliga, asegura que no siente como una carga el renombre de su famoso abuelo Franz, que alzó una Copa del Mundo en 1974 como capitán y una en 1990 como seleccionador germano.
«Para mí, el apellido no representa ninguna presión. Al contrario, es más bien un incentivo», reconoce. «Siempre estoy motivado, incluso sin el apellido, que solo es eso: el apellido», prosigue.
Pero tras las conexiones familiares con el «Kaiser» se adivina la historia de un defensa del Heimstetten, un club de cuarta división de las afueras de Múnich, que quiere saltar a la Bundesliga.
«El sueño de cualquier futbolista es jugar en algún momento en la Bundesliga. Si la cosa funciona o no ya es otra historia. Pero lo intentaré», dice el zaguero. El joven Beckenbauer ya tiene al Bayern Múnich, al Schalke y al Hannover en su historial juvenil.
«Estuve fuera durante tres años, y eso me hizo bien», describe en un encuentro con dpa. «No dí un paso atrás. Juego en la Liga regional con 19 años, y eso está muy bien», explica.
Ahora, Luca Beckenbauer también sufre el parón forzado por la crisis del coronavirus. El defensor mira la puerta cerrada del parque deportivo de Heimstetten, mientras se escucha el traqueteo de un cortacésped. La hierba luce espléndida, pero nadie sabe cuándo exactamente se podrá volver a entrenar sobre ella.
«La suspensión de la competición es bastante amarga para el club porque acabábamos de ganar contra el Schweinfurt y estábamos en buena forma», dice Beckenbauer. El Heimstetten lucha por la permanencia, ocupa la décima cuarta posición de la tabla.
El nieto del «Kaiser» Franz muestra madurez al hablar sobre la historia familiar. «Para mí el apellido Beckenbauer no es nada raro, porque estoy acostumbrado a él desde niño», afirma Luca. «Desde luego, te puede abrir algunas puertas, pero siempre se te compara y tal vez debas ser algo mejor que los demás», reconoce.
Su compañero de equipo en el Heimstetten Stefan Reuter, hijo del director general del Augsburgo del mismo nombre, también puede decir algo sobre ello. O el capitán del equipo Lukas Riglewski, hijo del ex tenista profesional, Udo. O Lucas Scholl, hijo de Mehmet Scholl, del Garching, rival del club de Beckenbauer en la Liga regional.
Su novia, Caprice Peschel, es hija del ex futbolista Peter Peschel y de la ex campeona de gimnasia Magdalena Brzeska y también sabe lo que es la herencia del apellido, pero la que se cierne sobre Luca Beckenbauer es otra, por ser nieto de quien es.
El jugador llegó a usar otro nombre cuando era joven. «Eso fue con ocho o nueve años», recuerda. «Probablemente, mi entrenador lo hizo para protegerme. Me llamaba Luca Huber», rememora. Años más tarde le empezaron a llamar «Kaiser», en el Schalke y el Hannover.
«Recuerdo que cuando me mudé al internado juvenil del Schalke, me dijo que en esa fecha se había convertido en campeón de Europa», evoca una conversación con el abuelo, que fue parco en consejos deportivos. «No hablábamos de fútbol», explica, pero afirma que hablaban por teléfono regularmente.
La principal influencia de Luca proviene de su padre Stephan, que jugó una docena de partidos en la Bundesliga con el Saarbrücken. Murió en 2015 a los 46 años. «Pienso en mi padre cada día, y será así siempre», sostiene.
La pérdida «al principio fue muy difícil, pero va mejorando con el tiempo. La buena cohesión familiar ayuda mucho», añade. Para reafirmarse, agrega que se hizo un tatuaje en la pantorrilla con la fecha del cumpleaños de su padre.
Stephan fue su entrenador en los juveniles del Bayern Múnich. «Era divertido trabajar con Luca porque era trabajador y tenía buena actitud. Era el primero en llegar al campo de entrenamiento y el último en salir de él», recuerda Peter Wenninger, director deportivo de las categorías infantiles del club muniqués.
Mentalidad, diligencia y voluntad son sus características,y ambición no le falta, porque ya aspira a jugar en Tercera.
El ex jugador del Bayern Múnich Michael Tarnat, director deportivo de las categorías inferiores del Hannover, cree que el siguiente paso del joven Beckenbauer será en el fútbol profesional y opina que el apellido no es un problema para Luca.
«Lo sabe desde niño y lo sabe desde los torneos juveniles que jugó con el Bayern Múnich. Es algo que no le afecta nada», sentencia.
Por Christian Kunz (dpa)