Los zapatos más recomendables para el trabajo

Elegir un buen calzado es importante para cuidar nuestros pies, así como para aportar confort a nuestras tareas diarias. En el entorno laboral es, si cabe, más importante la elección de un calzado que sea cómodo y adecuado. Dependiendo de cada oficio o empleo el calzado debe tener unas características específicas como: agarre, transpiración, dureza o resistencia a condiciones especiales.

Cada empleo, un calzado adecuado

No es lo mismo trabajar en una fàbrica, con diferentes materiales o temperaturas extremas (hornos o cámaras frigoríficas), que en un hospital con un ritmo ajetreado de trabajo y muchas horas de pie. En el caso de trabajar en un centro de salud, el calzado ideal debe ser ante todo cómodo y antideslizante. Las largas guardias y la importancia de tener los pies descansados hace que los profesionales de la salud elijan para su día a día comprar zuecos sanitarios ya que son los más adecuados para su desempeño.

Sin embargo, para otras profesiones con mayor esfuerzo físico o condiciones más extremas (fábricas, obra o montaje) se recomienda un calzado más rudo con tejidos más resistentes a los movimientos bruscos. Además de ser resistentes, este tipo de calzado se recomienda que lleve cordones que ajusten al máximo la horma del zapato a la forma del pie para conseguir un buen agarre.

Un calzado inadecuado puede causar problemas

Usar en horario laboral un zapato no recomendable para el empleo que se desempeña puede causar problemas de salud, así como también en el rendimiento del día a día. Por ejemplo, un zapato incómodo en un puesto de trabajo de muchas horas de pie propicia que sientas la necesidad de sentarte a cada momento para descansar los pies, lo que puede dificultar el ritmo de trabajo.

Entre las patologías más comunes derivadas del uso de un mal calzado en el día a día destacan los dolores de tobillos y espalda. Nuestros pies son el punto de apoyo principal en los largos días laborales, por lo que un buen calzado garantizará que nuestro cuerpo se soporta de la forma más adecuada según la tarea que desempeñemos.

Una de las molestias más habituales según los especialistas es la fascitis plantar, una inflamación de la zona de la planta del pie que provoca dolor y en algunos casos incapacidad para andar con normalidad. Esta dolencia suele presentarse en adultos entre 40 y 60 años, y la mejor forma de prevenirla es utilizar un calzado adecuado en el día a día que aporte sujeción, estabilidad y agarre al pie. En el caso de los sanitarios se recomienda comprar zuecos específicos para el sector, la mejor opción para sus pies.