Cuando una de tus aficiones favoritas es visitar cementerios y la gente te mira de manera extraña cuando lo cuentas. Yo siempre les digo que ellos se pierden la paz que se siente en estos lugares que a la vez también no dejan de ser pequeños “museos” si tenemos en cuenta la cantidad de elementos artísticos que podemos encontrar que a mí me llaman la atención poderosamente.
Las cruces, los panteones, los Ángeles, los monolitos, las criptas y demás piezas dignas de ver que se pueden encontrar en numerosos cementerios a lo largo de todo el mundo convierten a estos lugares en parada obligatoria cuando viajo y sé que hay alguno interesante para ver.
El de Dublín es especial por su tamaño, por su historia, por la cantidad de personas allí enterradas teniendo en cuenta la población del país.
En Glasnevin Cementery hay más de un millón y medio de personas enterradas, Irlanda actualmente tiene una población de 4.610.000 personas, con este dato os podéis hacer una idea.
Aunque también tiene su lado amable y colorido justo pared con pared, solo hay que cruzar una puerta y entramos en el Botánico de Dublín, un lugar espectacular para pasar la mañana o la tarde solos o en familia sobretodo en primavera o verano, disfrutando de la variedad de plantas, flores, arboles y demás flora que con sus colores y olores nos transportan a otros lugares y a otros tiempos. Además de estar segura de que está habitado por duendes y hadas, también se pueden ver a las ardillas corriendo como locas y numerosos pájaros que allí viven y son curiosos por su plumaje colorido.
Volviendo al cementerio de Glasnevin, un lugar con mucha historia al que es fácil llegar en bus, taxi o incluso caminando (dependiendo de la zona de la ciudad donde nos encontremos) está en Finglas Road al norte de la ciudad.
Por suerte yo vivía muy cerca y podía ir paseando a menudo desde mi casa.
Hay dos opciones de visita hacer el tour pagando o simplemente pasear de forma gratuita, recomiendo hacer el tour porque os contarán muchísimas historias y anécdotas mientras os enseñan numerosas tumbas de héroes nacionales tales como la del mismísimo Daniel O´Connell, Eamon de Valera o Michael Collins
Es el cementerio más grande de Irlanda, tiene una torre circular de 150 pies que fue usada como campanario.
El 22 de Febrero del año 1832 se enterró allí a un joven de Francis Street y así fue como se fundó el que a fecha de hoy es el cementerio más grande de Irlanda.
En inglés tenemos dos palabras para cementerio, CEMENTERY que es un recinto, iglesia, terreno sagrado, se entierran allí los de la misma religión, en el caso de Glasnevin es un cementerio Católico.
Y GRAVEYARD que es terreno público, se entierran personas de cualquier religión y no es suelo consagrado.
Paseando nos encontramos tumbas de héroes de guerra, antiguas, modernas, de estilo romano y egipcio, sin nombre y hasta un San Miguel hermosísimo con el demonio a sus pies.
Una de las tumbas más visitadas y conocidas es la de Michael Collins héroe Irlandés personaje que llevo al cine Liam Neeson en 1996 , película que recomiendo ver para entender un poco la historia del país.
Paseando por el lugar podemos apreciar la cantidad de hermosos tejos y cipreses que forman largos pasillos y le dan un toque más sagrado al lugar por la importancia que estos dos árboles tenían para los antiguos celtas y su significado que explicare próximamente en un artículo.
Antiguamente durante el siglo IXX en este cementerio era práctica habitual el robo de cadáveres para ser estudiados por la ciencia, practica delictiva que estaba muy bien remunerada e incluso era habitual enviar dichos cadáveres a Inglaterra o Escocia dentro de barriles de queso o whiskey.
Otra curiosidad, por falta de espacio en la época se llegaba a enterrar hasta 17 cuerpos dentro de la misma fosa de manera vertical.
También es interesante la historia de la persona más anciana enterrada en el cementerio, su nombre es Margaret Flynn (1799 – 1911) que falleció a los 112 años de un fallo cardiaco. Margaret vivió en tres siglos distintos si os dais cuenta y me puedo imaginar la cantidad de historias que podría habernos contado.
Fueron unos años de muchos casos de personas enterradas vivas lo que dio lugar al invento de la campana y la famosa frase de “salvado por la campana” , era típico en la época el sistema de atar una cuerda al dedo del muerto por si era enterrado vivo pudiera tirar de la cuerda y hacer sonar una campana y ser salvado, la fobia a ser enterrado vivo llevo en 1995 a crear y vender un kit de supervivencia en caso de ser enterrados vivos , el kit incluía una linterna, un silbato , un comunicador, una bombona de oxigeno un sensor para detectar latidos de corazón e incluso un estimulador cardiaco.
Por último hay muchas historias sobre los fantasmas que habitan el lugar , la que más me ha llamado la atención es la de un perro que pertenecía al Capitán McNeill Boyd , la historia cuenta que en 1861 durante una noche de oleaje, miembros del servicio de guardacostas fueron a intentar salvar a la tripulación de un barco que se estaba hundiendo, entre los valientes se encontraba el capitán Boyd que murió en el intento junto a tres de sus compañeros, el iba acompañado de su fiel perro que por suerte o desgracia sobrevivió a su dueño, pero el final del perro fue dejarse morir de hambre y pena junto a la tumba de su amo, por eso la leyenda cuenta que el fantasma del perro deambula por el cementerio.
Os animo a visitar el cementerio de Glasnevin y como decía antes tenéis dos opciones pasear libremente o hacer el tour con guía si entendéis bien el Inglés os aseguro que merece mucho la pena y cuando acabéis allí no dudéis en pasaros por el Botánico que también es gratuita la entrada y os sorprenderán los invernaderos de cristal y sus numerosas plantas exóticas y no tan exóticas.
Buen viaje
Xanina