Berlín, 11 jun (dpa) – Las discrepancias en migración que mantienen la canciller alemana, Angela Merkel, y su socio de Gobierno y ministro del Interior, Horst Seehofer, retrasarán la presentación de una nueva política de asilo anunciada inicialmente para este martes.
Según pudo saber dpa, la reforma de calado que el titular de Interior ha ultimado se va a quedar momentáneamente en un cajón, porque la mandataria se muestra reacia a que se lleven a cabo expulsiones de peticionarios de asilo en la frontera alemana.
«Me gustaría que el derecho europeo tuviese prioridad sobre el derecho nacional», recalcó Merkel este domingo en una entrevista con la televisión pública germana, recién llegada de la cumbre del G7 celebrada en Canadá.
Con estas palabras, la dirigente marcó distancias con su socio de Gobierno y miembro de la Unión Cristianosocial de Baviera (CSU), el partido hermano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que dirige Merkel, quien había anunciado a bombo y platillo en el dominical «Bild am Sonntag» que el martes iba a presentar un «plan maestro» con 63 medidas porque entendía que la política de asilo en Alemania debía revisarse «profundamente».
«Merkel y Seehofer todavía quieren hablar sobre determinados puntos», indicó hoy el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, al ser preguntado al respecto. Mientras, en círculos gubernamentales se dijo que el ministro de Interior tiene intención de acelerar los procesos de asilo.
El anuncio de una reforma de calado de la ley de asilo se produce en un momento en el que la opinión pública alemana está conmocionada por las sospechas que se ciernen sobre un refugiado iraquí de haber violado y matado a una joven germana de 14 años.
El llamado «caso Susanna» ha reavivado el debate sobre la gestión de las solicitudes de asilo en el país, al que en 2015, en plena ola migratoria, llegaron cerca de un millón de extranjeros, en su mayoría procedentes de Siria.
La tensión entre la mandataria y su aliado bávaro viene de lejos. Seehofer se convirtió en el principal crítico de la decisión de Merkel de permitir hace casi tres años el ingreso incontrolado en Alemania de refugiados de Cercano y Medio Oriente y de África.
De forma machacona, en su condición de dirigente de la región a la que llegaron la mayoría de refugiados en 2015, Seehofer no dudó en censurar la gestión de Merkel en público de una manera humillante, incluso sin importarle que la canciller estuviera presente.