La caída del consumo en la sociedad, según han hecho público esta semana desde el gobierno al actualizar la situación económica, ha hecho que las previsiones de crecimiento que se tenían para el primer trimestre no cumplieran con las expectativas. Es más, se han rebajado.
La inflación ha hecho que las carteras de las familias hayan perdido poder adquisitivo, lo que ha hecho que vuelvan, una vez más, a apretarse el cinturón para poder hacer frente a la subida de luz, gas y gasolina, entre otros. Gastos necesarios no solo para sobrellevar el invierno sino para desplazarse también a trabajar en un contexto en el que las empresas también viven su propia incertidumbre.
“Atrás volvió a quedar el gasto en caprichos. Cuando la cesta de la compra, la energía y la gasolina sube, marcando una inflación histórica, las familias optan por cortar el gasto en ocio al mínimo. Si ya las navidades estuvieron marcadas por Omicron, conteniéndolo también, este principio de año con precios por las nubes y la incertidumbre al ver qué puede traer consigo a nivel económico la guerra de Ucrania ha hecho que se alargue la contención” explican algunos expertos.
¿Qué otros indicadores están haciendo que las familias cierren la cartera?
Si ya había pocos, se ha sumado uno más: el Euríbor. El índice que reina la mayoría de las hipotecas firmadas hasta 2010 vuelve, tras años, a números positivos. No es demasiado, ya que marca una media del 0.013% en abril, pero sí indicativo de lo que está por llegar, con subidas casi trimestrales hasta ponerse en números positivos que encarecería, según explican algunas empresas especializadas en el sector inmobiliario, una media de 120 euros anuales las hipotecas.
Desde que en enero de 2016 este índice pasó a números negativos, millones de familias se vieron beneficiadas de una amortización mucho más centrada en el capital y que había rebajado la cuota mensual. Y si la revisión es anual, este abril, sumará a las hipotecas un índice de casi medio punto puesto que en abril de 2021 el euríbor marcaba el -0.484%.
Sin embargo, si se hace caso a lo que parece indicar este primer paso, para 2023 ya superará el 1% según han anunciado algunos expertos.
¿Cómo se están preparando las familias para volver a reajustar la economía doméstica?
En realidad, a esta pregunta, poca respuesta se puede dar. Por un lado, podrían hacerlo quitando la mayoría de los gastos superfluos, ahorrando al máximo en la lista de caprichos, amortizando al máximo los recursos con la llegada de temperaturas menos extremas y buscando, en algunos casos, ingresos extra para poder sobrellevar la futura vuelta al cole, vacaciones, etc.
“La gente empieza ya de nuevo a revisar las opciones crediticias. Son muchos los que acabarán buscando ayuda en un crédito rápido para imprevistos ante la falta de ahorros por la coyuntura económica. Las vacaciones, algún imprevisto o la vuelta al cole que arrancará desde julio serán solo algunos de los motivos más habituales para buscar financiación” explican algunos.
En España se ha visto un alza en la solicitud de productos financieros debido a esto. Sobre todo, desde la página de Moneezy. dada su gran trayectoria y buenas referencias. Sin embargo, muchos padres de familia admiten haber solicitado más de un producto financiero para sobrellevar la situación que dejó la pandemia.