Los Goya, plató de la brecha entre el cine y el gobierno español

5927042wMadrid, 10 feb (dpa) – La ausencia del ministro español de Cultura en los premios más importantes del cine nacional, los Goya, puso en escena el domingo la distancia entre el gobierno de Mariano Rajoy y la industria cinematográfica, en medio de una crisis que ahoga al sector.

Ocurrió lo que muchos temían: sin estar allí, José Ignacio Wert se convirtió en el protagonista de la gala de los premios Goya, la primera en 28 años sin la presencia del máximo representante del ministerio de Cultura.

La pregunta de la noche: ¿Qué estará haciendo ahora Wert? «Yo creo que estará en casa con una pizza y una bata de ‘boatiné’ viendo el partido de baloncesto», decía con ironía el actor Carlos Areces («Los amores pasajeros», 2013) minutos antes de la ceremonia.

Pero el humor, muy presente en las películas nominadas a los premios, se evaporaba al mentar al polémico político, que el jueves anunció que no acudiría a la fiesta del cine español «por problemas de agenda» tras ser abucheado en otros eventos por su gestión.

«Yo espero que esté viendo la gala en televisión y que lo que vea le haga recapacitar», dijo a los medios Juan Antonio Bayona, director de la película más taquillera del cine español («Lo imposible», 2012), quien constató «la brecha» existente entre el sector y el Ejecutivo español.

El aumento del IVA, que el gobierno subió de golpe del 8 al 21 por ciento en 2012, la piratería y la incertidumbre legal son algunos de los problemas que citó en su discurso oficial de la gala el presidente de la Academia de Cine española, Enrique González Macho.

«Hoy en día hacer una película es casi un acto heroico», afirmó muy serio sobre el escenario.

La industria arremete contra el gobierno de Rajoy y le reclama más ayudas para el sector, ahogado por la crisis de taquilla y los recortes presupuestarios.

Con una pérdida de más de 100 millones de euros en la recaudación de 2013 (136 millones de dólares), no perdona la deserción del «ministro de anti-cultura», como calificó a Wert el actor Javier Bardem, en el acto más importante para el sector.

«Llevo muchos años en esto y esta distancia es particularmente señalable, sobre todo por la dichosa crisis, que ha agudizado todo tipo de conflictos», dijo a dpa sobre la alfombra roja el veterano actor José Sacristán.

«Es un funcionario público y creo que no termina de ser consciente de que está al servicio de los españoles. Me parece patético que no venga», expresó el actor Eduardo Noriega, protagonista de cintas como «Tesis» o «Plata quemada».

«Lo que tiene que hacer es dejarse la vida para que haya más cine, literatura, arte…», dijo con enfado el realizador Fernando Trueba, quien posó ante las cámaras con una pegatina del colectivo «Stop desahucios», concentrado con pancartas y pitidos frente a la alfombra roja.

En el Partido Popular (PP) de Rajoy, defienden que en el cargo no está «ser abucheado». La presidenta del PP de Madrid, la polémica Esperanza Aguirre, dijo horas después de la gala que Wert, también ministro de Educación, tiene profesionales «más importantes» que atender que los actores, como científicos e investigadores.

También el portavoz económico del PP en el Parlamento español, Vicente Martínez Pujalte, justificó la ausencia de Wert. «A mí, a donde me insultan, no voy», dijo a Televisión Española.

Desde hace más de una década, cuando el clamor ciudadano contra la intervención de España en la guerra de Irak se coló en la gala de los Goya, ésta se ha convertido en altavoz de conflictos sociales y reivindicaciones.

También esta vez: cineastas, actores y técnicos reivindicaron la sanidad pública en España, afectada por los recortes del gobierno; el derecho al aborto libre, frente a la reforma restrictiva que prepara el Ejecutivo e incluso aludieron al desafío independentista de Cataluña, el mayor reto de Rajoy.

Todo esto no gusta al gobierno, que ve en el sector una plataforma crítica y peligrosa para su imagen. Rajoy y sus ministros no perdonan que actores y cineastas como Javier Bardem, Pedro Almodóvar o Ana Belén, se aliaran en una campaña a favor del socialista José Luis Rodríguez Zapatero ante las elecciones de 2008.

«Me parece que el cine español es extraordinario, los cineastas son buenísimos, pero políticamente es un desastre. Y (Javier) Bardem, ese que habla de la incultura, es uno de los patrocinadores mayores de Zapatero», recordó hoy el «popular» Pujalte.

«A mí más que la ausencia del ministro de Cultura me preocupa la inexistencia de su ministerio», sentenció el director David Trueba, uno de los triunfadores de la noche por su película «Vivir es fácil con los ojos cerrados».

Y al recoger el máximo galardón, el Goya a la mejor película, quiso despolitizar la guerra: «El que no ha venido quizá tenga que resolver algunos problemas propios en vez de trasladarlos a gente que vota a todos los partidos y disfruta haciendo su trabajo».

Por Ana Lázaro Verde